ontaminación en el Ártico ruso. El derrame de al menos 20 000 toneladas de combustible en un río, en Rusia, ha llevado a las autoridades a declarar una ‘situación de emergencia’ y preocupa sobremanera a ecologistas y residentes cerca de la zona. El desastre fue causado por la fuga, que se hizo pública la semana pasada, de uno de los tanques de combustible de una planta de energía térmica situada al oeste de Norilsk. Una ciudad industrial, que se encuentra a unos 300 kilómetros al norte del círculo polar ártico, y que está entre las más contaminadas y frías del país pero de enorme riqueza debido a sus reservas de paladio.

Por el momento, la contaminación ha sido contenida por una presa flotante, instalada por las autoridades, antes de llegar a un gran lago cercano a la localidad siberiana. Un equipo formado por noventa personas trabaja sobre el terreno para retirar el vertido. Al parecer, la contaminación no ha llegado a la capa freática pero, ciudadanos y expertos vigilan la calidad del agua corriente y extreman la precaución para que los productos químicos tóxicos no lleguen a las reservas naturales de la zona.