CARACAS.- Venezuela termina 2019, el “año de la recuperación económica” según el chavismo, sin nafta y con cortes eléctricos. Las colas que se extienden masivamente por todo el país llegaron a Caracas hace 72 horas, pese a los intentos del gobierno de colocar a la capital dentro de una falsa burbuja de bienestar económico.
“Aquí cerca está suave, solo estuve 45 minutos esperando. Pero las otras bombas (estaciones de servicios) están full full (llenas). Fui a Las Mercedes (una de las instalaciones más grandes de la ciudad) y había más de 100 autos esperando. En el Tolón también están full. Y en Catia (zona popular al oeste de la capital, cercana al Palacio de Miraflores) hay varias cerradas, y a las que están abiertas uno no se puede ni acercar”, explica a LA NACION el chofer Jorge Montoya, tras recorrer media ciudad para cargar su camioneta. En la tarde se había comprometido a llevar a varias personas al aeropuerto.
La realidad se confabuló una vez más para hacerle sentir al venezolano que el gobierno no ha resuelto, ni mucho menos, la peor crisis económica del planeta. Las luces navideñas instaladas en lugares estratégicos, la proliferación de productos de Miami y los constantes mensajes lanzados desde los canales públicos solo son parte, una vez más, de la ficción bolivariana. “No lo dirá la revista Time (que eligió a Greta Thunberg), pero Nicolás Maduro es el hombre del año”, lanzó el Canal 8, principal televisión pública del país, en sus redes sociales.
Que se lo preguntan a los ciudadanos en estados como Zulia, Lara, Táchira, Sucre, Anzoátegui, Guárico, Barinas o Apure, donde la falta de combustible y los apagones constantes se combinan para amargar una Navidad que un año más no será feliz en el país con las mayores reservas de petróleo del planeta. Días y días de espera, protestas y bloqueos en las rutas proliferan en las últimas horas del año. Con 2019 son ya seis años en recesión, con una pérdida del PBI que los economistas aseguran que se devoró dos terceras partes de la economía venezolana hasta igualarla con la de Honduras.
En el interior, la gente duerme en colas por las noches en vigilias obligadas que poco tienen que ver con las famosas parrandas de Navidad. “Las colas son enormes y la espera, desesperante. Y nos tememos que esto va a ser mucho peor”, confiesa a LA NACION el propietario de una estación de servicio en el estado de Carabobo. A cambio de mantener su nombre en el anonimato, el empresario explica cómo funciona el racionamiento durante las Fiestas: “Recibo 36.000 litros de nafta por día, porque se trata de una de las estaciones más importantes. Pues ahora solo nos están llegando 12.000 litros cada dos o tres días, pero además, como hay surtidores cerrados en el interior de Valencia, los usuarios llegan desesperados hasta nuestro negocio”.
El clamor es nacional, pese a los pagos en dólares, el abuso del mercado negro y la sorprendente importación de combustible colombiano mucho más caro. ¿A qué se debe la nueva crisis de la nafta? “Venezuela está sin gasolina y no hay reservas para abastecer la demanda”, contesta Iván Freites, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros. “Por importación llega un promedio de 170.000 barriles diarios de nafta, de estos 140.000 se reparten entre Cuba y contrabando, quedando 30.000 para la distribución interna. Con un millón menos de autos circulando el problema se agudizó”, añade el sindicalista.
Al racionamiento del combustible se suman además los cortes del servicio de electricidad, que ni siquiera amnistiaron a los venezolanos durante la pasada Nochebuena. En Barquisimeto, San Cristóbal y Maracaibo, tres de las principales ciudades del país, se produjeron apagones en medio de las celebraciones.
“Finalizamos 2019 cumpliendo metas y proyectándonos hacia un 2020 de grandes cambios y avances para la construcción de la patria nueva. Inicia la tercera década de la revolución con una Venezuela de pie, libre, soberana, independiente, bolivariana, revolucionaria y cimarrona”, prometió ayer el “hijo de Chávez” a todo el país.