SANTO DOMINGO.- La sesión del Consejo Nacional de la Magistratura que culminó con la escogencia de doce jueces de la Suprema Corte de Justicia, inició con el presidente Danilo Medina planteando la necesidad de definir una metodología para el proceso de elección.
Sin mucho preámbulo planteó que con relación a los jueces en funciones que fueron evaluados había tres escenarios posibles y él mismo los planteó: ratificar a los 10 evaluados y solo sustituir las dos plazas que quedaban vacantes por el desinterés de Mariano Germán y Edgar Hernández, cambiarlos a todos y nombrar doce miembros nuevos, o solo cambiar a algunos y a seguidas agregó que podían dejar uno por cada sala.
José Ignacio Paliza intervino para decir que se inclinaba ver las posibilidades de cada evaluado y que se vote por los que se entendiera debían continuar.
Entonces se procedió a examinar cada sala, empezando por la Sala de lo Civil.
El presidente Medina puso en consideración al presidente de esa sala, Francisco Antonio Jerez Mena y los ochos miembros del Consejo votaron a favor de su permanencia. Entonces José Ignacio Paliza pidió que se considerara a José Alberto Cruceta Almánzar, quien al ser sometido a votación solo obtuvo los votos del mismo Paliza y de Josefa Castillo.
Entonces pasaron a evaluar la Sala Penal. José Ignacio Paliza tomó la palabra para expresar su deseo de que Miriam Germán Brito fuera ratificada, señalando que no había motivos para sacarla. Agregó que lo que él calificó como campaña de descrédito contra la magistrada no había surtido efecto y que por el contrario eso la había convertido a ella en “la jueza del pueblo”. Al ponerse el tema de Miriam Germán el Procurador Jean Alain Rodríguez se retira. Ninguno de los otros jueces hizo comentarios y se va a votación. Sólo levantaron las manos a favor de su permanencia Paliza y Josefa Castillo y los otros cinco presentes (El Procurador había salida del salón) mantuvieron sus manos abajo. La diputada Castillo entonces interviene y vuelve a señalar que no había razones justificadas para que Miriam Germán quedara fuera e intenta que los otros seis reconsideren, pero mantuvieron su decisión inalterable.
Entonces se pasó al caso de Frank Soto, miembro del Consejo en representación de la Suprema Corte de Justicia, quien en ese momento se retira del salón para que los demás decidieran.
Reinaldo Pared Pérez plantea que Soto debe permanecer en la Suprema Corte. Entonces el presidente Danilo Medina lo somete al escrutinio y votaron a favor de Soto el presidente Medina, Reinaldo Pared, Jean Alain Rodríguez, Mariano Germán y Radhamés Camacho. Con lo que obtuvo la mayoría necesaria para ser ratificado.
El presidente Medina entonces preguntó si alguien proponía que otro fuera ponderado y ninguno de los presentes hizo propuesta, con lo que se concluyó con la Sala Penal, sin recibir votos, Hiroito Reyes, Alejando Moscoso y Esther Angelán Casasnovas.
Un procedimiento similar se hizo con la Sala Laboral, de Tierra y Contenciosa Administrativa. El presidente sometió al escrutinio a su presidente, Manuel Herrera Carbuccia, quien sacó los ocho votos. Entonces Josefa Castillo pidió que fuera considerado Robert Plasencia Arias, quien tras ser sometido solo recibió el voto de la misma Josefa Castillo. El presidente intervino para preguntar si alguien quería que otro fuera considerado y ninguno propuso a más nadie, cerrando así el proceso relativo a los jueces de la Suprema que fueron evaluados, quedando ratificados Jerez, Soto y Herrera Carbuccia (uno por cada sala como inicialmente había sugerido el presidente Medina).
Posteriormente se pasó a los 79 aspirantes a llenar las vacantes que quedaran, que tras la votación con relación los jueces de la Suprema cuyo período había concluido se colocó en nueve vacantes.
Se hizo una depuración previa sobre los que pasarían a una siguiente etapa en la que finalmente se decidirían quien se quedaba. Cada uno iba proponiendo nombres de los que pensaban debían ser considerados y se le pidió a Paliza que hiciera sus propuestas a lo que éste se negó señalando que si lo hacía entonces dirían que el PRM propuso candidatos a jueces. Josefa Castillo sí hizo sugerencias, como lo hicieron los demás, quedando para la siguiente fase 39 candidatos y descartaron 40 aspirantes.
Entonces se procedió a presentarlo uno por uno para la elección. Solo en los casos de Rafael Vásquez Goico y Nancy Salcedo Fernández se produjo unanimidad al recibir el voto favorable de los ochos miembros del Consejo.
Napoleón Estévez Lavandier y Vanesa Acosta Peralta y Samuel Arias obtuvieron siete votos.
Los demás electos alcanzaron seis votos cada uno y en cada caso recibieron la aprobación del presidente Medina, Reinaldo Pared Pérez, Radhamés Camacho, Jean Alain Rodríguez, Mariano Germán y Fran Soto.
En consecuencia, con seis votos a favor fueron electos Luis Henry Molina, Anselmo Alejandro Bello, María Garabito y Justiniano Montero. En todos esos casos no votaron a favor de ellos Paliza ni Castillo.
El resto sacó menos de cinco votos, incluyendo a Jenny Verenice Reynosos, que recibió el voto favorable de Josefa Castillo, José Ignacio Paliza, Danilo Medina y Jean Alain Rodríguez.
Entonces se planteó la elección del presidente de la Suprema Corte de Justicia, y a favor de Luis Henry votaron Medina, Pared Pérez, Camacho, Mariano Germán y Frank Soto. Los dos vicepresidentes o sustitutos del Presidente, Manuel Ramón Herrera Carbuccia y Pilar Jiménez (que no estaba siendo evaluada porque su período no ha concluido) también fueron escogidos en esa misma sesión.