Los niveles de oferta de crudo están comenzando a descender y podrían desembocar en un ligero déficit en el mercado petrolero durante este año, según se desprende de un reciente pronóstico de Bank of America.
En detalle, analistas de la subdivisión de inversión Bank of America Merrill Lynch (BofAML) afirman que, tras la sobreoferta de crudo de 1,3 millones de barriles por día (bpd) registrada en el último trimestre de 2018, el posicionamiento de los inversionistas refleja una tendencia a la baja y “ahora está comenzando a revertirse el excendente” petrolero.
De acuerdo con sus estimaciones, la oferta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios (OPEP+) caerá en 2,6 millones de bpd en el cuarto trimestre de este año —incluyendo los recortes pactados— en comparación con el mismo periodo de 2018, lo que impulsaría al mercado a un terreno de déficit si se considera un crecimiento estable de la demanda, una disminución de la producción de esquisto en EE.UU. y pérdidas petroleras de Irán y Venezuela.
Esto se traduce en un aumento de los precios del petróleo: los expertos señalan que la sobreoferta fue un factor fundamental —pero no el único— en la caída del crudo Brent a los 50 dólares a finales del año pasado, y subrayan que el precio ya se ha recuperado y se encuentra por encima de los 60. “Mantenemos nuestro pronóstico promedio de 70 dólares por barril para 2019“, reza la nota de BofAML citada por OilPrice.com.
Sin embargo, la evaluación del banco de inversión se basa en la crucial condición de que la economía global no empeorará. Los analistas dibujan un panorama muy distinto si el supuesto no se cumple: los precios podrían precipitarse a los 35 dólares por barril si el crecimiento del Producto Interno Bruto mundial se desacelera del 3,5 % al 2 %.
Ese escenario es incierto, pero posible: recientemente se pronosticó una caída del 4,5 % para este año en el crecimiento económico de la segunda economía del mundo, China, mientras que el Foro Económico Mundial, en su Informe Global de Riesgos 2019, afirmó que la economía global empeorará debido a mayores tensiones geopolíticas y geoeconómicas.