La obligatoriedad o no de la ratificación por parte de la Asamblea Nacional de Delegados de la decisión del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana de escoger sus candidatos mediante primarias abiertas ha encendido nuevas disputas entre las facciones de esa organización.
El sábado pasado el Comité Central peledeísta aprobó casi a unanimidad la propuesta presentada por el presidente de ese partido, Leonel Fernández de que los candidatos fueran escogidos por primerias abiertas, que una comisión del Comité Político adecuara los estatutos de ese partido a la nueva Ley de Partidos Político y que esos estatutos fueran ratificados por la Asamblea Nacional de Dirigentes.
La propuesta fue presentada como una sola, aunque contenía tres puntos y fue aprobada como tal.
Luego del sábado el sector de Leonel Fernández han reivindicado que las decisiones adoptadas que contravienen los estatutos vigentes serán incorporadas en una reforma estatutaria que deberá ser posteriormente ratificada por la Asamblea Nacional de Dirigentes para su entrada en vigencia.
El secretario general del PLD, Rainaldo Pared Pérez, le salió al frente a esa interpretación señalando que lo de primarias abiertas es una decisión que no requiere ratificación y que la misma está al margen de los otros dos puntos del acuerdo.
El polémico miembro del Comité Político, Franklín Almeyda Rancier, le respondió acusándolo de querer desconocer lo aprobado y le exhortó a cambiar de actitud tras señalar que asumir cosa diferente de lo acordado no forma parte del perfil de Pared Pñere.
Los estatutos vigentes del PLD establecen que los candidatos deben ser escogidos por los miembros de esa organización (primarias cerradas), pero la nueva Ley Electoral faculta a los máximos organismos de dirección de los partidos escoger el modelo.
Antes de la reunión del sábado, la facción de Leonel indicaba que cualquier decisión que se tomara distinta a primarias cerradas carecería de validez por entender que el máximo organismo de dirección del PLD es la Asamblea de Dirigentes, que además es la facultada a modificar los estatutos.
Una comisión peledeísta llevó a la Junta Central Electoral lo acordado entregando una comunicación en la que se presentó lo aprobado por el Comité Central con la misma redacción presentada en la reunión anterior y que cada facción ahora interpreta de manera distinta.