Los puestos callejeros de vino caliente tienen las horas contadas en Alemania, que esta semana ha roto varios récords de contagios diarios de COVID-19: el viernes se contabilizaron casi 30.000 nuevos casos positivos y 598 muertes. La propia canciller, Angela Merkel, afirmó hace unos días ante el Bundestag que el precio en vidas que se pagaba por esta tradición durante la pandemia era inaceptable. La decisión está en manos de los Gobiernos regionales. El ministro de Sanidad, Jens Spahn, considera que habrá que endurecer las restricciones “cuanto antes y de manera uniforme en todo el país” para que sean efectivas.

Tampoco están para villancicos en la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha vuelto a lanzar un mensaje de advertencia:

“La temporada de fiestas es un momento para relajarse y celebrar, pero no debemos bajar la guardia. La celebración puede convertirse rápidamente en tristeza”, afirmó en rueda de prensa.

Francia también parece resignada a “hacer concesiones” tras el fin del último confinamiento, previsto para el próximo martes 15 de diciembre. Desde ese día, un toque de queda regirá en todo el país desde las 20:00 horas hasta las seis de la mañana, incluyendo Nochevieja.

“Todo el mundo se ha esforzado durante meses, así que mucha gente esperaba la llegada del 31 de diciembre para relajarse un poco, pero se ha puesto complicado. Así que es difícil saber qué pensar…”, afirmaba una parisina.

El Gobierno francés autorizará los viajes para visitar a la familia en Navidad, el único día sin toque de queda, pero museos, cines y teatros seguirán cerrados como medida de precaución, al igual que los estadios de fútbol y centros deportivos.SPONSORED CONTENTDelivering solar power to the most remote places on earthTotal Access To Energy Solutions (TATES) is at the forefront of the campaign to deliver solar power to some of the most remote places on earthAd by Total 

“Es un golpe duro porque nos habíamos preparado para actuar, los teatros iba a abrir, los actores querían actuar, todos estaban preparados y era una perspectiva magnífica. Ya no la tenemos”, lamenta el productor teatral Jean-Marc Dumontet.

Chipre también ha decidido echar el cierre a bares, restaurantes, centros comerciales e incluso las iglesias para frenar la propagación de la pandemia. Las pruebas rápidas de antígenos en Chipre han demostrado que “el virus está prácticamente en todas partes”.

Portugal presentó el viernes un plan de rescate de 3.400 millones de euros para la aerolínea nacional TAP Air Portugal, que implica el despido de 3.500 empleados, un tercio de su plantilla y severos recortes salariales. Además, depende del visto bueno de Bruselas.