China amplió la cancelación del transporte a ocho ciudades de la provincia de Hubei, epicentro del brote de coronavirus que ha causado 25 muertes entre los 830 infectados diagnosticados, con el objetivo de minimizar el riesgo de contagio.
Las autoridades de las ciudades de Wuhan (capital de Hubei, de 11 millones de habitantes y origen del brote), Huanggang, Ezhou, Chibi, Xiantao, Qianjiang, Zhijiang y Lichuan emitieron circulares informando de las restricciones a la movilidad, informó el diario hongkonés South China Morning Post.
Ayer, el Gobierno municipal de Huanggang -situada a unos 60 kilómetros de Wuhan y separada de Ezhou solamente por el río Yangtsé-, anunció que a partir de la medianoche hora local de este jueves quedarían suspendidos todos los transportes públicos locales y de larga distancia y “cerrada temporalmente” la estación de ferrocarril.
“Todos los cines, cibercafés y lugares de reunión en interiores, así como los lugares de turismo y entretenimiento en la ciudad de Huanggang serán cerrados”, apunta el comunicado, que también anuncia la clausura del mercado central pero no establece ningún calendario para la reapertura de los citados emplazamientos.
Los taxis triplican el precio
El jueves todavía era posible llegar a Wuhan en tren o avión, aunque muchos vuelos fueron cancelados.
Pero tanto los trenes como los aviones con destino a Wuhan estaban casi vacíos, un espectáculo totalmente insólito en este periodo de vacaciones.
En el centro de la metrópolis, los transportes públicos no funcionaban y los festejos de Año Nuevo fueron suspendidos.
Los taxis triplicaron sus precios. “Es muy peligroso salir en este momento pero necesitamos el dinero”, explicó un taxista a la AFP.
El Ayuntamiento también impuso el uso de máscaras de protección, aunque la mayoría de los habitantes ya las llevaban desde principios de semana.
La alarma saltó cuando un científico chino advirtió que el virus se podía transmitir entre humanos, y no solo de animal a hombre.
El presidente Xi Jinping lanzó el lunes un llamado de movilización general para detener “totalmente” la epidemia, que hasta entonces no había sido considerada de envergadura.
En Pekín y Shanghái, el uso de la máscara era necesario los lugares públicos, como el metro.
Medidas “muy fuertes”
En Ginebra, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó que China tomó “medidas muy fuertes” para frenar el brote y estimó que con ellas iban a “disminuir” los riesgos de propagación internacional.
La OMS descartó activar la alerta internacional por coronavirus, asegura que “es demasiado pronto”, para que sea considerada como una emergencia de salud pública a nivel global.
Sin embargo, advirtió que el mundo debe estar preparado ante cualquier emergencia.
El Jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que aunque en China hay una emergencia, la situación no se ha vuelto global, “aunque no se descarta que pueda serlo”.
“No se equivoquen, es una urgencia en China. Pero aún no es una urgencia sanitaria mundial. Podría convertirse en ello”.
¿Qué es el coronavirus?
El virus, de la misma familia que el SRAS, alcanzó ya varios países de Asia et incluso llegó a Estados Unidos, donde se detectaron varios casos.
Los controles de temperatura corporal se impusieron en varios aeropuertos de Asia, de la zona del Pacífico, así como en Reino Unido, Nigeria, Italia y Dubái.
Comercio ilegal
El virus fue detectado en un mercado de abastos en Wuhan. Aunque el mercado, ahora cerrado, es principalmente de pescado, las autoridades reconocieron que se vendían animales salvajes de forma ilegal.
Todavía se desconoce su origen exacto pero su periodo de incubación sería de unos 14 días.
La cepa es un nuevo tipo de coronavirus, una familia que cuenta con una amplia gama de virus que pueden provocar enfermedades benignas en el hombre como el catarro, pero otras más graves como el SRAS.
Durante la epidemia del SRAS, que mató a unas 650 personas en 2002-2003 en China, incluyendo Hong Kong, la OMS criticó duramente al gobierno chino por haber tardado en dar la alerta y haber querido disimular la envergadura de la epidemia.