El patrón que han seguido las violaciones de derechos humanos y crímenes registrados en Venezuela desde 2014 corresponden a crímenes contra la humanidad, afirma el informe presentado hoy por la Misión Internacional de Investigación a la que la ONU encargó investigar lo ocurrido en este país.
Los crímenes identificados “fueron altamente coordinados conforme a políticas de Estado y como parte de un tipo de conducta generalizada y sistemática, por lo cual llegan a ser crímenes contra la humanidad”, según han concluido los investigadores que integran la Misión de carácter independiente.
Los crímenes identificados van desde ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y tortura, en una serie de 223 casos que la Misión pudo investigar y documentar en detalle, a pesar de que el Gobierno venezolano le ha negado la autorización para que sus miembros entren al país.
Esos casos están relatados en un informe de 411 páginas elaborado por la Misión, que ha revisado un total de 2.891 casos para poder corroborar el patrón que han seguido estos crímenes en Venezuela, que, “lejos de ser aislados, fueron coordinados y cometidos conforme a políticas estatales”.
Todo ello sucedió con el conocimiento o apoyo directo de comandos o de funcionarios de alta jerarquía, sostiene la Misión.
La población civil en general ha sido desde 2014 víctima de tales acciones, lo que, sumado a su carácter sistemático, acumula las razones para considerar que se trata de crímenes contra la humanidad.
La presidenta de la Misión, Marta Valiñas, pidió que el Estado venezolano investigue estas violaciones, procese a los responsables, los sancione y haga justicia a las víctimas, que llevan varios años esperando a que las instituciones nacionales actúen.
En caso de que eso no ocurra, pidió que la comunidad internacional estudie iniciar acciones legales contra los responsables identificados en el informe y que el fiscal de la Corte Penal Internacional considere tomar cartas en el asunto.
Agencia EFE