El presidente peruano, Martín Vizcarra, al borde del abismo. El Congreso ha puesto en marcha un proceso de destitución contra él, después de que hayan salido a la luz unas comprometedoras grabaciones en las que este parece intentar desligarse de un escándalo de corrupción.
“No voy a renunciar. Yo no me corro” asegura Vizcarra
Vizcarra dice que las grabaciones son “conversaciones privadas”, obtenidas “ilegalmente” y que no constituyen “ningún delito”, por lo que no dimitirá.
“No voy a renunciar. Yo, no me corro -afirmó el presidente en un mensaje a la nación-. _Las fuerzas democráticas del Congreso no pueden prestarse a este juego sucio”. _
El caso Swing estalla
En las grabaciones, Vizcarra parece coordinarse con sus asesores para negar su vinculación con el cantante Richard Swing, un músico casi desconocido contratado durante años por el Estado para consultorías de difícil justificación.
Los audios han sido desvelados por el congresista, Edgar Alarcón, enemigo acérrimo de Vizcarra, sobre el que pesan graves acusaciones de corrupción.
“He recibido de manera anónima tres audios (…) pero por la importancia de su contenido deseo hacerlos de público conocimiento”, anunció Alarcón.
Los audios llegan antes de la aprobación de la reforma contra la corrupción
El Congreso, hostil a Vizcarra, con quien mantiene un duro pulso a base de bloqueos y presiones, debatirá este viernes sobre la solicitud de destitución.
Muchos denuncian que el escándalo ha estallado precisamente cuando acaba el plazo dado al Congreso para que apruebe una reforma política, impulsada por el Gobierno, que prohíbe presentar candidaturas a personas condenadas o con denuncias penales, lo que truncaría las aspiraciones de muchos políticos en ejercicio.