La ciudad de Pekín, con sus 21 millones y medio de habitantes, se está aislando del mundo en un tiempo récord en un intento de frenar el avance del nuevo brote de coronavirus. Ya prácticamente no se puede entrar ni salir de la capital china. Más de un millar de vuelos han sido cancelados. También se han suspendido las clases en todos los centros educativos y una treintena de complejos residenciales han quedado sellados, con vallas, al considerarse de riesgo.
Pekín no es Wuhan, pero se parece cada vez más. A medida que avanzan los test masivos, se detectan más casos. Hay alrededor de 140 registrados, con la particularidad de que, según los expertos, los afectados presentan síntomas atípicos en la covid, como el dolor de articulaciones. Este brote del virus, surgido en el gigantesco mercado mayorista de Xinfadi, parece incluso más contagioso que el de Wuhan.
Dexametasona, el esteroide que puede salvar muchas vidas
Todas las esperanzas recaen ahora en la ciencia y en medicamentos como la dexametasona. Se trata de un esteroide barato y de fácil acceso, que como ha explicado el doctor Landray, uno de los responsables de estudio de la universidad de Oxford, reduce en un tercio el riesgo de muerte de los enfermos conectados a ventiladores y en un quinto de aquellos que necesitan oxígeno.
El Reino Unido va a empezar a financiar también ensayos en humanos de una vacuna contra la covid desarrollada por el Imperial College.
La particularidad de esta vacuna es que no usa una parte del virus, sino hebras sintética de su material genético. En pruebas con animales, se ha mostrado segura y ha dado resultados muy alentadores.
Brasil: cerca de 35.000 contagiados en un solo día
Entretanto Brasil ha batido el más triste de los récords. Cerca de 35.000 contagiados en un solo día. El gigante latinoamericano, segundo país más golpeado del mundo, ha superado los 45.000 muertos y se han registrado más de 900.000 casos, mientras la pandemia de covid sigue avanzado a un ritmo imparable.