Las alarmas antiaéreas vuelven a sonar en Kiev con la noticia de un ataque ruso en las afueras de la ciudad. El estruendo de los bombardeos está cada vez más cerca. En toda Ucrania, familias aterrorizadas se apiñan durante la noche en refugios, sótanos o pasillos.

Según la embajadora de Ucrania en Washington, Rusia está utilizando bombas de vacío en Ucrania, aunque no ha especificado donde. Se trata de armas prohibidas por la convención de Ginebra y que tienen un efecto devastador.

La Corte Penal Internacional quiere abrir una investigación sobre posibles crímenes de guerra. Aunque Moscú dice que no está atacando a civiles el Ministerio de Interior de Ucrania ha señalado que decenas de personas murieron en los ataques con misiles a Járkov, la segunda ciudad más grande del país.

El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, anunció que pedirá a los jueces abrir una investigación por crímenes de guerra y de lesa humanidad “cometidos por cualquiera de las partes en todo el territorio de Ucrania”. La investigación, de ser autorizada, tratará delitos cometidos en la península de Crimea y en las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, tal y como adelantó en diciembre de 2020 la antecesora de Khan, Fatou Bensouda, pero el jurista británico añadió que las pesquisas incluirán crímenes relacionados con “la expansión del conflicto en los últimos días” en Ucrania.

Mientras un convoy de blindados rusos de 65 kilómetros de longitud avanza hacia Kiev.