EE.UU., Inglaterra y Francia han bombardeado Siria en la madrugada del 14 de abril, en respuesta al supuesto ataque químico perpetrado la semana pasada en Duma (Guta Oriental), del que Occidente acusa al Gobierno de Bashar al Assad sin pruebas.

El Centro de investigación científica en Barzeh (Siria) ha sido uno de los lugares afectados por el bombardeo. Sus instalaciones han quedado seriamente afectadas y prácticamente inutilizables.

Rusia ha exigido una investigación ante el indicio de que se trata de “montaje” para justificar ataques como los perpetrados contra Irak o Libia. En Duma no se han encontrado pruebas del uso de agentes químicos ni pacientes con síntomas de intoxicación. El embajador ruso en Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, destacó ante el Consejo de Seguridad de ese organismo internacional que no hay pruebas de suelo que delaten el uso de sarín o cloro.