Jorge Bergallo es capitán de navío, ex comandante del ARA San Juan y, además, padre de uno de los 44 tripulantes que están desaparecidos junto al submarino desde el miércoles 15. Sostiene que la nave pudo haber tenido problemas por el ingreso de aguay que la explosión podría haber impedido que alguien active los mecanismos de emergencia. Además, aseguró que “no es verdad” que la Armada haya dicho que están “todos muertos” y que la nave estaba en “perfecto estado”.

“No es verdad (que estén todos muertos). No es verdad ni siquiera que lo dijeron. Una cosa es lo que pueda decir una persona que sea de la Armada y otra es la información oficial”, sostuvo Bergallo. Es el papá de Juan Ignacio, segundo comandante del ARA San Juan y de la Fragata Libertad, que tiene 42 años y una hija.

En diálogo con Radio Mitre, en el programa Sábado tempranísimo, Bergallo contó cuál es su hipótesis sobre qué pudo haber pasado el miércoles 15.

“Es un momento muy particular, aunque también muy diferente al anuncio de la explosión. Porque soy oficial de la Armada retirado, fui submarinista e incluso fui comandante de ese mismo submarino. Me podría imaginar bien todas las cosas que podrían haber sucedido, sin saber ninguna y sin poderme explicar otras”, precisó. “A partir de la información del punto, el día y la hora en el que el submarino haya estado muy probablemente en el momento de la explosión, cambia totalmente. Las expectativas siguen existiendo aunque con algunos matices diferentes”, aseguró.

Su hipótesis tiene que ver con el ingreso de agua al submarino, que se apoya en el aviso que la tripulación dio el mismo día que perdió contacto.

“Lo más probable es que haya estado haciendo snorkel, es decir arrancando los motores para cargar baterías y ventilar el interno. Cuando hay olas de ese tamaño el buque se mueve mucho”, explicó Bergallo. Supone que en ese contexto puede haber entrado agua a la nave y que se haya mojado alguna batería.

Submarino ARA San Juan: qué pudo haber pasado según un ex comandante del buque y padre de un tripulante

El submarino ARA San Juan, desaparecido desde el miércoles 15.

“Cuando eso ocurre se hace lo que se llama ’emergencia snorkel’. Se para todo en automático, en segundos. Todo el mundo sabe lo que tiene que hacer y salen a superficie. Limpian secan, se acomodan y se vuelve a ir a inmersión”, detalló.

“Mi tranquilidad fue que en ese momento (tras el inconveniente) el submarino transmitió que estaba todo bien y que continuaba su viaje a Mar del Plata. Pregunté si la maniobra la había transmitido en inmersión o en superficie, y fue en inmersión, lo que quiere decir que lo solucionaron y transmitieron tranquilos el mensaje”, continuó.

“¿Qué pudo haber ocurrido? Que le entre una o dos veces más agua, que se produzca un blackout total. Es decir, que se queden sin energía. Había otras cosas para hacer que, si hubiera sido así, hablando con otros submarinistas, no nos explicamos por qué no se hicieron. Porque desde el comandante hasta el cabo más joven saben perfectamente lo que pueden hacer. Alguien podría haber soplado (que permite salir a superficie para estar más seguros). Entonces a mí me cierra el hecho de que haya habido una explosión y no haya habido nadie en condiciones de ir hasta donde están las válvulas”, analizó.

Ante la pregunta por las condiciones de la nave, fue categórico. “El submarino San Juan estaba en perfectas condiciones para navegar“, afirmó.