Francia impone nuevas restricciones, ya que el toque de queda no parece suficiente para reducir las infecciones.
Las fronteras seguirán cerradas para los viajeros de fuera de la UE (con algunas excepciones) y una prueba PCR negativa será obligatoria para entrar en el país.
Además, los grandes centros comerciales y los mercados cerrarán, y el Primer Ministro Jean Castex anunció un refuerzo de los controles policiales. Sin embargo, todavía no se vislumbra un nuevo confinamiento estricto.
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Donde también van a endurecerse los controles es en Reino Unido, donde, a partir del viernes, se multará con 800 libras a quienes sean sorprendidos en fiestas domésticas. La sanción se aplicará a los grupos de más de 15 personas y se duplicará tras cada infracción, hasta un máximo de 6.400 libras para los reincidentes.
Cierre de fronteras exteriores
El gobierno alemán ha acordado la introducción de restricciones a los viajes sin precedentes, prohibiendo la entrada en el país a los viajeros procedentes del Reino Unido, Portugal e Irlanda.
Continúa el descenso de los nuevos casos de coronavirus en el país, con un número de infecciones por cada 100.000 personas en siete días que descendió a 94,4 el viernes, la cifra más baja desde octubre.