Francia califica de “puñalada por la espalda” el acuerdo de defensa alcanzado por Estados Unidos con el Reino Unido y Australia. El pacto en la región indopacífica supone que Canberra abandona un importante contrato de compra de submarinos franceses por unos 56.000 millones de euros.

Para el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, es una “señal de que Europa debe sobrevivir por sí misma”.

Esta jugada de Washington sorprendió a muchos en el Viejo Continente. El ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, dice que Joe Biden ha actuado al “estilo Trump”.

Objetivo: contener el avance de China en el Pacífico

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, trataba de calmar los ánimos alabando la labor de Francia en la región indopacífica:

“Damos la bienvenida a los países europeos que desempeñan un papel importante en la región indopacífica. Esperamos seguir cooperando estrechamente con la OTAN, la Unión Europea y otros en este esfuerzo. Francia, en particular, es un socio vital en este y muchos otros problemas, que se remontan a generaciones anteriores, y queremos ver cómo profundizar nuestra cooperación transatlántica en la región indopacífica y en todo el mundo”.