Régimen de excepción en El Salvador, y “emergencia máxima” en todas sus cárceles. Estas son las medidas que el presidente Nayib Bukele ha promulgado para tratar con la explosión de violencia pandillera a la que se enfrenta el país.

Mientras que el régimen de excepción aceptado por el Congreso suspende durante 30 días derechos constitucionales como la libertad de asociación, el derecho de defensa o la inviolabilidad de la correspondencia y las telecomunicaciones, la orden de emergencia máxima aísla a los pandilleros presos, y según las palabras del presidente, esos criminales “no verán la luz del sol”.

Después de que se registraran 76 muertes en dos días, las calles de San Salvador se encuentran ahora patrulladas por policías y soldados equipados con chalecos antibalas y fusiles de asalto.

Francisco López, Director de la Policía Municipal informó el despliegue de 200 miembros alrededor de los mercados, el casco histórico, así como algunas paradas de buses de San Salvador.

“Para seguir este plan que no tiene plazo establecido. Sabemos que en un mes estaremos apoyando a la PNC (Policía Nacional Civil) en este plan de emergencia en materia de seguridad”, añadió.

Mientras tanto, las autoridades tambien aumentaron las redadas de la policía, con especial énfasis en las zonas de los barrios con presencia de pandillas. La Policía Nacional informó de que había capturado a cinco líderes de la pandilla Mara Salvatrucha o MS-13, que según ellos ordenaron los asesinatos del fin de semana.