Ausencia de turismo y de ingresos, pandemia, cortes de luz y tiendas vacías. Un cóctel demoledor para la población cubana que con internet cortada tras las protestas tiene en el vivir cada día su objetivo. Tras las manifestaciones del fin de semana el sistema de partido único lucha por hacer valer una legitimidad cuestionada.
Grandes contingentes de policía cubana patrullaron el lunes la capital, La Haban. a tras las inusuales protestas en la isla contra la escasez de alimentos y los altos precios en medio de la crisis del coronavirus.
El presidente cubano dijo que las manifestaciones fueron provocadas en las redes sociales por cubanoamericanos en Estados Unidos.
Las protestas del domingo fueron una de las mayores muestras de sentimiento antigubernamental en este país tan controlado, en años.
Cuba atraviesa su peor crisis económica en décadas, junto con un resurgimiento de los casos de coronavirus, mientras sufre las consecuencias de las sanciones estadounidenses impuestas por la administración del expresidente Donald Trump.
Las autoridades parecían decididas a poner fin a las manifestaciones.
El servicio de Internet era irregular, lo que posiblemente indica un esfuerzo por impedir que los manifestantes se comuniquen entre sí.
Las manifestaciones fueron extremadamente inusuales en una isla donde se tolera poca disidencia contra el Gobierno.
La última gran manifestación pública de descontento, por las dificultades económicas, tuvo lugar hace casi 30 años, en 1994.
Aunque el el año pasado, hubo pequeñas manifestaciones de artistas y otros grupos, no se produjo nada de las dimensiones del pasado fin de semana
Las autoridades cubanas bloquearon este lunes Facebook, WhatsApp, Instagram y Telegram,