El presidente cubano llamó a los partidarios de la revolución a enfrentarse con las protestas en la calle.
El llamamiento televisivo de Miguel Díaz-Canel fue seguido de inmediato por miles de personas que se opusieron a las protestas contra el gobierno en La Habana, Santiago y San Antonio de los Baños entre otras ciudades de Cuba.
De inmediato en las calles de La Habana y al grito de “pim pam fuera abajo la gusanera” se produjeron los primeros enfrentamientos y detenciones de manifestantes.
Desde el domingo miles de personas han salido a la calle en Cuba al grito de “patria o vida” en plena crisis económica económica agudizada por la pandemia.
Díaz-Canel acudió en La Habana a las protestas, habló con algunos vecinos que se quejaban de los cortes de luz y culpó a Estados Unidos por el embargo económico.
“Hay gente confundida, hay revolucionarios incluso confundidos, hay personas que vinieron a manifestar la insatisfacción que tienen con la situación que están viviendo, pero también hay un grupo de gente contra revolucionaria, mercenaria, pagada por el gobierno de los Estados Unidos, pagada indirectamente a través de agencias del gobierno norteamericano para armar este tipo de manifestación.”
“Nosotros vinimos aqui para, juntos a los revolucionrios de este pueblo, demostrar que aqui la calle es de los revolucionarios y que aqui ningun gusano ni ningun mercenario nos va a tomar las calles y si provocan, sin violar sus derechos constitucionales, aplicando la ley revolucionaria que protege defender esta Revolucion, vamos a enfrentarlos.”
Estados Unidos aseguró este domingo estar “muy preocupado” por las llamadas al “combate” que ha hecho el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, para detener las protestas contra el régimen en la isla, a la vez que defendió la “libertad de expresión y reunión” de los cubanos.
La Organización de Estados American expresó también su condena por promover la confrontación contra quienes protagonizan las protestas contra el Gobierno.
Amnistía Internacional y Freedom House llamaron al Gobierno a que “respete el derecho de asamblea pacífica”.
Esta es la mayor protesta antigubernamental que se registra en Cuba desde el llamado “maleconazo“, cuando en agosto de 1994, en el llamado “periodo especial” de restricciones y racionamiento, cientos de personas salieron a las calles de La Habana y no se retiraron hasta que llegó el entonces líder cubano Fidel Castro.