Las emisiones de CO2 se situarán este año cerca de los niveles previos a la pandemia y no se descarta un repunte en 2022. Según el estudio anual Global Carbon Budget, “se prevé un aumento del 4,9% este año” a nivel global. En la Unión Europea (UE), una subida del 7,6%.
Según sus autores, el informe “refuerza la necesidad de una acción global inmediata sobre el cambio climático”.
“Espero que los países se tomen en serio este baño de realidad y presenten una propuesta firme y detallada sobre lo que van a hacer para abordar el cambio climático, incluidas las reglas para controlar la transparencia en el acuerdo, pero también un acuerdo entre las partes para abordar cuestiones como plantar árboles, electrificar el transporte, pasar a los coches eléctricos y dejar el carbón”, dice Corinne Le Quéré, profesora de investigación de la Royal Society en la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de East Anglia.
Hacia el fin del carbón
En el marco de la COP26, la Alianza global para el abandono del carbón ha logrado 28 nuevos miembros, entre ellos algunos de los países que más lo utilizan, como Ucrania. Así, la alianza cuenta ahora con 165 países, ciudades, regiones, empresas e instituciones.
Sin embargo, algunos de los países más dependientes del carbón del mundo, como Australia, la India, China y Estados Unidos, no se han unido a la iniciativa.
Los signatarios se han comprometido a poner fin a toda inversión en nueva generación de energía de carbón a nivel nacional e internacional. También a llegar a su eliminación completa para 2030 en los países de la OCDE y para 2040 en el resto del mundo.