Con enormes buques esperando para entrar, repleto de contenedores y atascado. Así se encuentra el gigantesco puerto de Los Ángeles, mientras los camiones esperan en colas interminables para poder cargar los productos. Esta situación es el reflejo de los problemas logísticos que están provocando escasez de productos de consumo corriente en medio mundo, lo que está alimentando la inflación y frenando la recuperación de las economías.

Puerto y estibadores trabajarán 24 horas al día, siete días por semana

La situación en el puerto angelino es especialmente preocupante porque por aquí entran el 40 % de los contenedores con mercancías para el mercado estadounidense. Hasta tal punto es grave, que el presidente Joe Biden ha presionado para que el puerto y los estibadores acepten trabajar 24 horas al día, fines de semana incluidos.

“Llevo conduciendo para el puerto como casi 10 años, pero este año es terrible. Nunca había visto algo así”, afirma un camionero, mientras espera en la cola.

“La consecuencia es que tenemos que esperar. Eso es todo. Tenemos que esperar a que hagan el trabajo”, dice otro en español.

En las tiendas estadounidenses se nota la falta de algunos productos, de bicicletas a pelotas de tenis pasando por teléfonos móviles.

Varios factores están provocando los problemas de aprovisionamiento en el mundo. Por un lado, ha explotado la demanda de transporte logístico después de la pandemia, pero falta mano de obra y aún hay mercados afectados por la COVID-19. El resultado es que los precios suben y faltan productos a poco más de dos meses de las navidades.

Todos estos obstáculos han llevado al FMI a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento para países como Estados Unidos, China, Alemania o el Reino Unido.