California superó este lunes la barrera psicológica de los 30.000 muertos por COVID-19. El estado más poblado de Estados Unidos atraviesa por el momento más crítico desde que comenzó la pandemia. El pasado fin semana murieron 1.163 persona, una cifra nunca alcanzada hasta ahora.

“He visto más muertos en dos semanas que en toda mi carrera”

En el hospital St. Joseph de Orange, el personal sanitario está exhausto.

“Esta última semana ha sido posiblemente la más dura, tanto física como emocionalmente. Llevo aquí 21 años y en las dos últimas semanas he visto morir a más gente que en toda mi carrera como enfermera. Ha sido muy duro”, afirma Donna Rottschafer, enfermera de la unidad COVID-19.

Los contagios aumentan a un ritmo vertiginoso, con más de un cuarto de millón de nuevos casos cada semana. Según el alcalde de Los Ángeles, uno de cada cinco angelinos está o ha estado infectado. De los fallecidos, el 47 %, son latinos.

“Tan solo hoy han muerto dos personas en esta unidad. Y eso es lo habitual. Normalmente hay una o dos muertes en cada turno. Es muy triste”, dice Caroline Brandenburger, otra enfermera de la unidad COVID-19.

Centro de vacunación en el estado de los Dodgers

Para aumentar el ritmo de vacunación, Los Ángeles va a convertir el estadio de béisbol de los Dodgers en un centro de inmunización.