Las condiciones climáticas del fin de semana no ayudan a California en su lucha para contener los masivos incendios forestales que asolan el estado hace ya varias semanas. Se esperan fuertes vientos y una tormenta eléctrica que amenaza con crear nuevos focos de incendio en el norte de California.
El avance del fuego ha causado la muerte de 6 personas y la evacuación de decenas de miles. Las autoridades calculan que casi 250.000 hectáreas han sido destruidas a pesar de los esfuerzos de los 14.000 bomberos dispuestos para la labor.
Otra de las consecuencias de este fenómeno propio del mes es la amenaza de nuevos contagios de coronavirus en los albergues que acogen a los evacuados. A pesar del miedo por las llamas, muchos han optado no ir a los refugios por miedo a infectarse. California registra más de 665.000 contagios y alrededor de 12.000 muertes por covid-19, siendo uno de los estados más golpeados por la pandemia en Estados Unidos.
“Nos hacen desinfectar las manos cada vez que entramos en el edificio y nos toman la temperatura, así que me siento bastante seguro”, uno de los tantos afectados sobre las medidas sanitarias en los albergues.
En respuesta a la emergencia, el presidente Donald Trump declaró la situación de “desastre mayor” para proporcionar asistencia federal a partir de este fin de semana. Otros estados también han sido interpelados por el gobierno californiano para ayudar.