Santiago. El ofrecimiento de entrar a los programas, amenazas de despidos si no accedían a peticiones indecorosas, hasta participar en orgías, fueron de la situaciones a que se vieron expuestos cuatro de las presuntas víctimas Kelvin Francisco Núñez Morel (payaso Kanqui).
En el expediente sometido por la Fiscalía de este distrito judicial para solicitar medida de coerción contra el productor de Kanquimanía y del grupo La Pandilla, los testimonios de los presuntos afectados dicen que fueron seducidos y abusados.
En los actos lascivos, según consta en el expediente, muchas veces participó un sobrino político de Núñez Morel, y señaló que al parecer la conducta del payaso motivó el alejamiento de su esposa.
Algunos apenas tenían 13 años y otros 15, aunque hoy día son adultos con edades entre 22 y 27. Ningunas de las víctimas, por temor o vergüenza se atrevieron a mencionar nada a sus familias.
En una ocasión, uno de los afectados contó que se vio obligado a participar de una orgía que involucró al sobrino político de Núñez Morel.
Seducción
A. M., uno de los afectados narró que tras ser seducido fue llevado a una cama y luego de tocarle el pene le hizo sexo oral e hizo que la víctima lo penetrara por el ano. Cuando cumplió la mayoría de edad, fue despedido del programa infantil.
A. J. A. B, entró al programa con 16 años, pero tuvieron que pasar 11 años para poder destapar lo vivido. Dice que tras siete meses de trabajar junto a Núñez Morel, éste durante un viaje se le insinuó y le tocó en varias partes de su cuerpo.
La joven de ahora 22 años L. M. M. M. dijo que cuando tenía 13 años de edad entró al programa por un concurso de canto y se quedó como parte del mismo al resultar la ganadora. Narró que cuando era traslada a su casa, Núñez Morel la besó en los labios la tocó en sus piernas y la vulva.
En una ocasión al trasladarse a la vivienda de otra integrante del grupo, el imputado la metió a una habitación, la tiró en una cama, la desnudó y le practicó sexo oral e hizo que ésta le hiciera lo mismo.
Tras eyacular, le advertía que no debía contar lo sucedido. Los hechos ocurriendo por tres años.
En el caso de B.J. R. R., la agresión sexual se produjo cuando tenía 17 años cuando ingresó como empleado de la empresa de Núñez Morel. Una vez se encontraba en el baño y que el imputado salió en ropa interior y de forma sorpresiva se le subió en cima y lo beso en el cuello. La amenaza de despedirlo y botarlo del lugar donde dormía, obligó a que Rodríguez Reyes accediera a practicarle sexo oral y en otra a penetrarlo.