Al parecer los conflictos, las luchas de poder y malas decisiones también llegan a la élite del fútbol español. Ayer el Real Madrid anunció el fichaje de Julen Lopetegui como entrenador para después del Mundial Rusia 2018. Esta decisión fue criticada fuertemente en la prensa por el momento en el que se hizo la declaración y por todo lo que arrastra.
En primer lugar, por la rivalidad entre los jugadores catalanes y españoles que existe dentro de la selección que no es secreto para nadie. Tal anuncio podría reavivar estos sentimientos y sino, pues de todas maneras es un riesgo. Pero quizá más importante es que el club madrileño no utilizara los canales ni las formas correctas o, mejor dicho, no se comportara a la altura del nombre y prestigio que ostenta. Según los dirigentes de la federación nadie del Real Madrid intentó avisarles o conversar sobre el tema. Simplemente, decidieron hacer el anuncio sin tampoco respetar los deseos del propio Lopetegui.
En declaraciones, Luis Rubiales el presidente de la federación apuntó que “si alguien quiere entablar una relación con un trabajador de la Federación tiene que hablar con el trabajador pero también con la Federación. La selección es lo más importante que tenemos, y un Mundial es la cita máxima”
Rubiales también reconoció que el club tiene todo el derecho de contratar a quien desee, pero no de esa manera. “El Real Madrid busca un entrenador, y al mejor. Es lícito. No tengo porque juzgar al Real Madrid. El que le haya llevado el tema es el responsable. No se pueden hacer así las cosas y menos a cinco minutos antes del anuncio. Nos hemos visto obligados a tomar la decisión porque la selección es el equipo de todos los españoles. Tener a los mejores es importante, pero cómo se hacen las cosas, más todavía”, expresó.
La incertidumbre reina ahora dentro de La Roja a sólo veinticuatro horas de que comience la fiesta más grande del fútbol. Está en manos de los jugadores el destino de España en el mundial.