Casi un tercio de la población mundial, unos 2.300 millones de personas, sigue cocinando con fuegos abiertos o cocinas básicas que dañan su salud y el medio ambiente, según un informe publicado el miércoles (26.07.2023) por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y el Grupo del Banco Africano de Desarrollo (BAD).

Los investigadores de la publicación calculan que para garantizar que todos los hogares del mundo tengan acceso a una cocina limpia de aquí a 2030 habría que gastar unos 8.000 millones de dólares al año.

“La falta de acceso a una cocina limpia repercute negativamente en la salud pública, perpetúa la deforestación y aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero”, declaró el presidente del BAD, Akinwumi Adesina.

Las mujeres son las principales afectadas

El informe estima que la recogida de leña y carbón vegetal para cocinar provoca cada año la pérdida de superficies forestales del tamaño de Irlanda.

Asimismo, el documento señala que la exposición al humo procedente del carbón vegetal, la leña, el carbón, los residuos agrícolas y el estiércol animal quemados para preparar comidas causa 3,7 millones de muertes prematuras, lo que la sitúa como la tercera causa de muerte prematura a nivel mundial.

Los peores efectos de la falta de cocinas limpias recaen principalmente en los hombros de las mujeres, que suelen encargarse de preparar la comida y recoger el combustible, una actividad que podría mantenerlas ocupadas varias horas al día, lo que las aleja de la educación o el empleo.

Progresos en Asia, pero deterioro en África

Mientras que China, India e Indonesia han reducido a la mitad el número de ciudadanos que carecen de acceso a una cocina limpia desde 2010, la situación ha empeorado en África.

Los autores del estudio advierten de que, si no hay un giro para modificar las tendencias actuales, en la mayor parte de los países africanos no se habrá completado la transición a unas “cocinas limpias” ni siquiera en la década de 2050.

Voluntad política y de los bancos

La AIE y el BAD señalaron que los 8.000 millones de dólares en inversiones anuales equivalen a menos del uno por ciento de lo que los gobiernos gastaron el año pasado en subsidios a los combustibles.

“Resolver el acceso a la cocina limpia no requiere un gran avance tecnológico”, afirmó el Director Ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.

“Se reduce a la voluntad política de los gobiernos, los bancos de desarrollo y otras entidades que buscan erradicar la pobreza y la desigualdad de género”, agregó.

JU (afp, efe)