La decisión del presidente brasileño Jair Bolsonaro de publicar en su cuenta de Twitter un ataque contra el Carnaval en el que adjunta un video de una pareja realizando una lluvia dorada –un fetiche sexual en el que una persona orina sobre otra– ha resultado un caso espectacular de un tiro que sale por la culata.

Tras ser criticado en los blocos, como se conoce en Brasil a las comparsas, carnavalescos de todas las grandes ciudades en los últimos días, Bolsonaro respondió tachando la gran fiesta nacional de raíces afrobrasileñas como una orgía de decadencia. El tuit pareció diseñado para disparar un cañonazo en las guerras culturales que la ultraderecha brasileña ha librado con bastante éxito electoral contra la tolerancia social y sexual.

 

 

Jair M. Bolsonaro

@jairbolsonaro

Não me sinto confortável em mostrar, mas temos que expor a verdade para a população ter conhecimento e sempre tomar suas prioridades. É isto que tem virado muitos blocos de rua no carnaval brasileiro. Comentem e tirem suas conslusões:

Incluyó un mensaje adjunto a un video supuestamente rodado en un bloco de Sao Paulo el martes en el que una pareja gay hace una exposición bastante gráfica de la masturbación anal y de la lluvia dorada (golden shower, en inglés): “No me siento cómodo mostrando esto pero tenemos que explicar la verdad (…) en esto se han convertido muchos blocos del carnaval brasileño”. En otro tuit, el presidente pregunta: “¿Qué es una golden shower?”.

Una idea de uno de los hijos de Bolsonaro, aún mas radicales y adictos a la provocación que su padre, el polémico tuit pretendió complacer a la base conservadora y evangélica del bolsonarismo. Muchos líderes de la derecha cristiana tildan de diabólico el Carnaval y sus raíces afrobrasileñas. “Lamentablemente las personas que hoy en día están detrás del Carnaval adoran al diablo”, advierte el portal evangélico Gospelgeral.com. “Y reciben dinero de nuestros impuestos”, se lamenta.

 

 

Pero el video ha indignado hasta a los conservadores más radicales fieles seguidores de su ascenso meteórico a la presidencia. “Es incompatible con la postura de un presidente, y aún más uno de la derecha”, respondió Kim Kataguiri, el joven líder del movimiento neoconservador el Movimiento por un Brasil Libre. La revista conservadora O antagonista se refirió a Bolsonaro como “el pornógrafo”.

El video ha indignado hasta a los conservadores más radicales fieles seguidores de su ascenso meteórico a la presidencia

Por su parte, los partidos de la oposición anunciaron que demandarían a Bolsonaro por difundir obscenidades en las redes sociales. Un diputado del Partido de los Trabajadores (PT) puso en entredicho la salud mental del presidente.

Lo más preocupante para Bolsonaro fue la reacción de las fuerzas armadas que, con siete carteras ministeriales en el Gobierno, se juegan su credibilidad institucional. Según el diario Folha de Sao Paulo, varios militares de alto nivel se mostraron indignados por lo que calificaron como una grosería. Echaron la culpa a Carlos Bolsonaro, uno de los tres hijos de Bolsonaro que ha chocado contra los militares en una serie de áreas políticas: desde el apoyo de los Bolsonaro a emprender medidas agresivas contra Nicolás Maduro en Venezuela a sus presuntos vínculos con las milicias de ultraderecha en los barrios periféricos de Río de Janeiro.