No soy científico, tampoco un intelectual, ni pensar en un erudito, estoy muy lejos de ser un economista y ni soñando podría ser un psíquico, solo soy un simple dominicano que está viviendo en un país en estado de emergencia debido a una pandemia mundial que ha cambiado al planeta y nos está afectando intensamente a todos.
Todavía el COVID-19 no ha alcanzado tan siquiera el pico de la crisis y de la propagación no podemos imaginar las dimensiones a las que llegará en República Dominicana, esto a penas comienza y tomando en cuenta todas las carencias que tenemos como país desde los diferentes sectores como salud, educación, seguridad hasta de conciencia ciudadana, es realmente preocupante y solo nos toca esperar y ver.
Hago esta pequeña introducción para entrar en los temas que realmente me preocupan y que entiendo desde ayer nuestras autoridades deberían estar trabajando, haciendo planes concretos y estrategias específicas para enfrentar la oscura y no muy promisoria situación que nos tocará vivir. Ahora les voy a describir los temas que se han asomado por mi loca cabeza y que desde antes de ayer han sido responsables de espantarme el sueño y de aparecer en mi mente a cualquier momento del día. A continuación mis preocupaciones:
Nuestra economía depende del turismo, gran parte de las divisas que se generan dependen y provienen de este mercado. Otra significativa parte del pastel son las remesas que llegan del extranjero enviadas por la diáspora. El sector turismo está viviendo la crisis más grande de nuestra historia, nunca antes vista. Al igual que nosotros, en los países donde residen nuestros nacionales y responsables de tan importantes envíos también están en crisis, hay una merma enorme y todo indica que seguirán reduciéndose. Esto se traduce en una inevitable alza del dólar. También a esto debemos agregarle que el precio del petróleo ha bajado estrepitosamente en los mercados internacionales y si le sumamos como ha bajado el libre tránsito, el transporte público, los vuelos suspendidos y un sin número de cosas más que afectan e impactan la recaudación fiscal negativamente a parte de todos los gastos imprevistos y significativos a los que está incurriendo el estado sitúan a nuestra débil economía en una muy mala situación y como si fuera poco en la actualidad los negocios están cerrados, no están vendiendo, por ende no están pagando impuestos y para colmo de madre debido a la mala administración pública tenemos un muy mal crédito internacional en estos momentos, nuestro país esta en lo que se llama categoría basura.
Aunque pensemos que difícilmente se pueda tornar mas difícil la situación tengo para decirles que sí, lo hará, un gran número de dominicanos depende de trabajos informales a diferencia de las informaciones emitídas por el Banco Central, somos un pueblo de jornaleros, chiriperos y echa días que pronto no tendrán como auto sostenerse, agrego que muchas compañías por lo antes mencionado cerrarán sus puertas como están haciendo los hoteles en toda la geografía nacional o reducirán sus nóminas, léase personal y esto empeorará nuestra realidad aún más, tendremos desempleados por doquier.
Por si no lo habían pensado o visualizado, en lo que canta un gallo dejaremos de ser un país y pasaremos a ser una isla y digo esto porque si nosotros pintamos feos como país tercer mundista que serán nuestros vecinos que comen y dependen de R.D. y lo que se produce aquí, ya tenemos problemas en nuestros hospitales para albergar a nuestros nacionales y esto sin mencionar al virus, imagínense con los millares de contagiados que vamos a tener, si millares, leyeron bien. En un abrir y cerrar de ojos seremos una isla con más de 25 millones de habitantes y en condiciones críticas, el nivel de educación y la forma de ver la vida de nuestros vecinos, por necesidad, no solo es más primitiva e instintiva, si no que estos habitantes defienden su vida, harán lo que sea por sobrevivir como lo hace cualquier ser vivo, esto debemos tenerlo bien claro.
Bueno lo voy a dejar hasta aquí para no seguirlos preocupando porque hay más cosas, muchas más que vislumbran un panorama sombrío para este pedazo de tierra en el trayecto del sol.
Pido disculpas por esta especie de catarsis pero necesitaba vomitarla para desahogarme y a la vez ver si sirve para crear un poco de conciencia y sensatez en este presente que nos ha tocado vivir y que parece salido de una película post apocalíptica de ciencia ficción.