Suez, la histórica obra de ingeniería norteafricana de Ferdinand de Lesseps está cerrado al tráfico marítimo desde hace prácticamente 24 horas. Esto ha sucedido por un motivo muy poco frecuente: el Ever Given, un enorme portacontenedores de 400 metros ha quedado cruzado en diagonal a pocos kilómetros del acceso sur de una vía navegable que en su parte más estrecha no llega a los 300 metros de ancho. La situación ha provocado que todo el tráfico marítimo entre el Mediterráneo y el norte del mar rojo haya quedado interrumpido hasta nueva .
Según ha informado la compañía armadora del buque, la taiwanesa Evergreen, en un breve comunicado, “el portacontenedores encalló accidentalmente, probablemente después de ser golpeado por una ráfaga de viento”, algo absolutamente factible, pues el volumen que alcanza un buque de estas características cuando está absolutamente cargado lo convierten en un inmenso rascacielos tumbado que navega.
El buque encalló accidentalmente tras ser golpeado por una ráfaga de viento
Comunicado de la compañía Evergreen
La Autoridad del Canal de Suez, empresa publica egipcia que administra la instalación, inició enseguida una operación para desatascar el buque, encallado por la parte del bulbo de proa hacia estribor de su rumbo, esto es, en el margen derecho del canal hacia el norte. Cuatro remolcadores han sido enviados por el sur y dos por el norte para intentar posicionar el barco de modo que pueda volver a navegar o, cuanto menos, mantenerlo en un lado del canal para intentar que sea factible el paso de los buques que le seguían en el convoy con rumbo norte desde el martes.
Desde su apertura hace más de 150 años, el Canal de Suez ahorra miles de kilómetros de navegación al tráfico marítimo entre Europa, el este de África y Asia, pues por su situación evita tener que rodear todo el continente africano por el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica. En su día recortó muchos días de viaje a los buques de línea regular de pasaje carga y correo entre diferentes países europeos y puertos de Asia y Oceanía. En la actualidad, los principales usuarios son los mercantes de todo tipo, como portacontenedores o buques de transporte de gas y petróleo, los clientes más habituales, aunque como vía que une el mundo y lo hace más pequeño, cualquier tipo de barco, con la autorización de el gestor del canal, lo cruza.
Lo anterior supone que un 10% del comercio mundial pase por ahí y que una media de unos 50 buques cruce cada día sus aguas, algo más de 18.000 al año, una cifra que prácticamente no se ha visto afectada por este 2020, pues el mundo del transporte marítimo de mercancías no ha tenido restricciones y los barcos siguieron navegando.
El Canal de Suez ahorra miles de kilómetros de navegación al tráfico marítimo
En 2015, cuando el mariscal Abdel Fattah al-Sissi, presidente de la República Árabe de Egipto inauguró las obras de ampliación del canal con una ceremonia de gran empaque como guiño al pasado, cuando para la inauguración de la vía marítima se encargó a Giuseppe Verdi la opera Aida, uno de los datos que se recordó a modo de anécdota es que si el canal quedase cerrado, Egipto perdería unos ocho millones de dólares cada día, unos 6,7 millones de euros.
Con el canal cerrado, Egipto pierde unos ocho millones de dólares cada día
En esas circunstancias festivas, donde Egipto presentaba al mundo su nueva imagen, con un nuevo presidente y ganas de demostrar la modernización del país, parecía impensable que esa infraestructura que funciona las 24 horas del día y es la tercera fuerza de divisas para el país, pudiera parar. De hecho, incluso buena parte de los periodistas invitados se perdieron la ceremonia por la obsesión con la seguridad que se tiene con todos los asuntos relacionados con la vía navegable.
Un centenar de barcos están a la espera para poder cruzar el canal
Y de manera inesperada, un día de marzo de 2021, la vía que junto al canal de Panamá hace que el mundo sea un poco más pequeño, se quedó atascada por un barco de propiedad taiwanesa construido en japón y bandera panameña que viajaba desde China hasta Holanda con mercancías para todo el mundo. Del convoy de 20 barcos con rumbo norte, en el que el Ever Given estaba integrado, los cuatro precedentes siguieron y los 15 que llevaba detrás siguen a la espera, como el centenar que entre hoy y mañana tenían previsto el paso, una cifra que puede seguir creciendo si los remolcadores y medios terrestres no consiguen desatascar al gigante.