Un ataque con drones reivindicado por rebeldes yemeníes ha provocado un aparatoso incendio este sábado en dos instalaciones petrolíferas del gigante saudí Aramco en el este del reino, convirtiéndose en el tercer ataque en cinco meses contra el grupo. Los rebeldes Huthi, apoyados por Irán, asumieron la responsabilidad de estos ataques en la vecina Arabia Saudí, que a su vez apoya militarmente a las fuerzas progubernamentales de Yemen en su lucha contra los insurgentes.
La televisión Al Masira, cercana a los Huthi, ha informado de una “operación de envergadura contra refinerías en Abqaiq y Khurais” en el este del Reino del Desierto. Por su lado, el Ministerio del Interior de Arabia Saudí, el primer exportador mundial de petróleo, había informado previamente que “a las 4 de la madrugada los equipos de seguridad industrial de Aramco intervinieron en incendios en dos de sus instalaciones en Abqaiq y Khurais”, agregando que los “dos incendios estaban controlados”.
Las autoridades saudíes reforzaron la seguridad en torno a los dos sitios atacados e impidieron a los periodistas acercarse a ellos. El sitio de Abqaiq, a 60 kilómetros al sudoeste de Dahran, principal sede del gigante saudí, alberga la mayor planta de tratamiento de petróleo de Aramco, según su página web. Khurais, a 250 kilómetros de Dahran, es uno de los principales campos petroleros de la empresa pública.