El Gobierno de Estados Unidos ha iniciado esta medianoche un cierre parcial de sus actividades por la falta de fondos para mantenerlas, después de que republicanos y demócratas no alcanzasen un acuerdo presupuestario en el Congreso. Este cierre, el único que ha habido estando la Casa Blanca y el Congreso controlados por el mismo partido, coincide con el primer aniversario del presidente Donald Trump en la Casa Blanca.

La última vez que el Gobierno de Estados Unidos tuvo que ser clausurado por falta de fondos fue en octubre de 2013, con Barack Obama en la presidencia. Aquel año, el país se vio sacudido por un parón gubernamental que se alargó durante 16 días, y que mandó a más de 800.000 trabajadores públicos –los considerados “no esenciales”– a sus casas suspendidos de empleo. Se cerraron museos y parques nacionales, y se cancelaron tratamientos experimentales en los centros médicos de investigación federales.

la espera de comprobar las consecuencias prácticas del presente cierre, el jefe del Pentágono, James Mattis, advirtió de que algunas operaciones militares quedarán suspendidas a la espera de fondos, aunque la falta de presupuesto no afectará a la guerra de Afganistán ni contra el Estado Islámico (EI). No obstante, la Casa Blanca ya ha anunciado que se prescindirá de más de un millar de sus 1.715 trabajadores.

Los demócratas, que forzaron el cierre con su oposición a las cuentas en el Congreso, habían condicionado su voto a que Trump y los republicanos accedieran a regularizar a los cerca de 800.000 jóvenes indocumentados conocidos como “dreamers” o “soñadores”

Los demócratas condicionaron su voto a la regularización de 800.0000 “dreamers”

Después de la medianoche del viernes al sábado, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que advirtió de que “no negociará” con los demócratas el estatus de los “soñadores” para lograr nuevos fondos y calificó a la oposición de “perdedores”.

“No negociaremos el estatus de inmigrantes ilegales mientras los demócratas mantienen a nuestros ciudadanos legales rehenes de sus insensatas demandas. Este es un comportamiento de perdedores obstruccionistas, no de legisladores”, expresó la Casa Blanca.