SANTO DOMINGO.-Aunque no se contagió del Covid-19, Ramón Ortega (nombre ficticio) de 56 años, sufrió otra pandemia: “la crisis económica”, derivada del coronavirus, que desencadenó una predisposición genética que tenía hacia una enfermedad psiquiátrica.
Fruto de la baja en sus ingresos, más la carga de indemnizar decenas de empleados de su empresa educativa, Ortega comenzó a tener una desvinculación de la realidad, delirios de grandeza y conflictos con sus familiares.
Según el diagnóstico, el impacto mental que produjo en la crisis económica el virus, alteró los principales roles sociales del empresario que además trabaja para una institución castrense y es profesor universitario.
De acuerdo al psicólogo y académico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Noel de la Rosa, el desenlace del caso anterior caes en un desequilibrio mental. Sin embargo, gracias a la búsqueda de ayuda psicológica, Ortega, está rebasando el impasse.
Tristes proyecciones
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que en 2015, unas 47 millones de personas sufrieron enfermedades mentales severas como la demencia y proyecta que para el 2030 la cifra aumente a 75 millones. Partiendo del data, el República Dominicana estaría en un sitial preocupante de estos casos con alrededor de 4.5 millones de personas.
El año pasado el Ministerio de Salud Pública indicó que alrededor de un 20% de la población dominicana padece de algún tipo de alteración mental y se diagnosticó a unas 470 mil personas con depresión, de las cuales 648 fallecieron.
Las estadísticas fueron suministradas por la Unidad de Salud Mental de dicha institución, que informó que este año finalizaron un plan para contrarrestar estas patologías y mitigar sus efectos.
Inminente aumento
Para el psicólogo De la Rosa, sin lugar a dudas la incidencia de los trastornos mentales aumentará significativamente este año, fruto del impacto mental y emocional que está generando la epidemia del virus en el país.
Está proyección se evidencia en el desbordamiento de los servicios psicológicos en los hospitales de la red pública nacional, donde de cada 10 personas que buscan ayuda psicológica, cuatro la padecen en el tiempo de la pandemia, según reveló el presidente del Colegio Dominicano de Psicólogos , Amaury Ramírez.
A juicio de Ramírez, la nueva problemática está afectando la calidad de la atención psicológica, pues el tiempo de duración de una consulta apegada a los criterios clínicos ronda entre 45 a 60 minutos y a diario recibe entre 15 y hasta 30 pacientes para cinco especialistas con turnos de ocho horas.
Esta alta incidencia es corroborada por la Asociación Dominicana de Psicología, cuya presidenta, María de los Santos, afirmó que la cantidad de psicólogos existentes no da abasto. Sostiene que el sistema cuenta con 700 especialistas.