Más de 3.000 empleados de 70 empresas de Reino Unido comenzaron a participar en un experimento sobre la posible realidad laboral del futuro. Durante seis meses, trabajarán un día menos a la semana sin ver afectado su sueldo.
Según los organizadores de la iniciativa “4 Day Week Global“, se trata del mayor experimento jamás realizado en la práctica de la semana laboral de cuatro días.
“Analizaremos cómo reaccionan los trabajadores a la realidad de trabajar un día menos a la semana, en variables como presencia de estrés, síndrome de agotamiento extremo, niveles de satisfacción, salud, calidad de sueño, uso de energía, viajes, y otros indicadores”, dijo Juliet Schor, quien encabeza el proyecto.
No es el primer ensayo de este tipo. Un proyecto similar realizado en Islandia arrojó ya algunas conclusiones. Al cambiar el modelo laboral de cinco a cuatro días -o como alternativa, reducir la semana laboral a 35 horas-, los encargados del proyecto detectaron una serie de beneficios para la calidad de vida de los empleados, sin que cayeran los niveles de productividad.
Menos horas, triple beneficio
Sin embargo, su dimensión fue menor a la del ensayo que comienza en Reino Unido.
“Muchos de los participantes manifestaron que trabajar menos horas les redundaba en menos estrés, y que esto les dejaba más energía para otras actividades como mejorar la condición física, incrementar la vida social, o tener algún pasatiempo”, aseguraron los investigadores islandeses. “A final de cuentas, la medida tuvo un impacto positivo en sus vidas”.
Schor ve aun más ventajas en el modelo laboral propuesto. “Se trata de hecho de un modelo de beneficio triple: para los empleados, para las empresas y para el medio ambiente”, dice. Y es que, en efecto, estudios realizados al respecto sugieren que la semana laboral de cuatro días también ayuda a reducir las emisiones de carbono.
Además de Reino Unido e Islandia, Australia y Nueva Zelanda han llevado a cabo experimentos similares. Otros más seguirán en Estados Unidos y Canadá, próximamente.