La compañía estadounidense Tesla Motors ha decidido retirar del mercado 123.000 vehículos eléctricos del modelo S debido a un problema en su mecanismo de dirección. El fallo afecta únicamente a los coches de este tipo construidos antes de abril de 2016. Los modelos X y 3 no se verán incluidos en la retirada.
En un correo electrónico a sus clientes citado por CNBC, el fabricante de automóviles explicó que había detectado una “corrosión excesiva” en los pernos de la dirección asistida de los vehículos afectados.
La compañía detalló que si estas piezas fallan, el conductor todavía es capaz de manejar el coche, pero teniendo que utilizar “una mayor fuerza” para poder hacerlo.
“Esto hace que el coche sea más difícil de conducir a bajas velocidades y para el estacionamiento en paralelo, pero no afecta materialmente al control a grandes velocidades, donde se necesita solo una pequeña fuerza de volante”, prosigue el mensaje.
Tesla afirma haber observado el problema solo en “climas muy fríos”, especialmente donde “se usan con frecuencia sales de calcio o magnesio para carreteras”, pero la compañía decidió retirar todos los vehículos afectados, independientemente del clima, teniendo en cuenta la posibilidad de que sean usados “en ambientes altamentes corrosivos”.