EFE
Los talibanes realizan operaciones masivas contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en varias provincias de Afganistán, con decenas de bajas y detenidos entre sus filas, con el objetivo de acabar con la principal amenaza contra el Gobierno de Kabul tras la retirada estadounidense.
Las operaciones tienen lugar en al menos cuatro de las 34 provincias afganas: en Kabul, en las orientales Kunar y Nangarhar, y en la norteña Parwan, donde los yihadistas tienen una mayor presencia y han reivindicado varios ataques contra los talibanes.
“Continúan las operaciones de nuestras fuerzas especiales y de los servicios de inteligencia contra el Daesh (acrónimo del EI en árabe). Esperamos poder erradicarlos pronto y eliminar esta sedición del país”, dijo el portavoz talibán Bilal Karimi.
El portavoz detalló que hasta ahora han detenido a “decenas” de yihadistas y “decenas más” han muerto durante las operaciones de las fuerzas especiales en sus escondites y bases, sobre todo en las provincias donde han perpetrado un mayor número de ataques.
“Dondequiera que se escondan nuestras fuerzas llegan hasta ahí y destruyen sus células durmientes y escondites para prevenir sus planes, arrestando a los criminales o eliminándolos en el acto”, aseguró Karimi sobre unas operaciones activas desde hace unos días.
Fuentes de los talibanes que pidieron el anonimato, detallaron que hasta el momento han llevado a cabo “decenas de operaciones”, sobre todo en Kabul, Parwan, Kunar y Nangarhar.
Concretamente fue en Nangarhar, el principal bastión del EI en Afganistán, donde comenzaron estas “operaciones secretas y rápidas” y luego se extendieron a otras provincias.
“Nuestros servicios de inteligencia están trabajando de manera intensa para rastrear más escondites del Daesh, para que así nuestras fuerzas especiales puedan eliminarlos y destruirlos”, dijo un funcionario talibán, bajo condición de anonimato.
Desde que los talibanes tomaron el control de Afganistán con la salida de las últimas tropas estadounidenses poco antes de la medianoche del pasado 31 de agosto, el grupo yihadista ha perpetrado varios ataques, que han dejado decenas de víctimas civiles y talibanes, sobre todo en Kabul y Nangarhar.
Nangarhar se ha mantenido como la principal zona de operaciones en Afganistán del Estado Islámico, donde durante los últimos años ha habido numerosos enfrentamientos entre sus combatientes, los talibanes y las tropas afganas y extranjeras.
“En un futuro cercano esperamos poder prevenir los pequeños incidentes de seguridad del Daesh y llevar el nivel de sus ataques a cero, para que nuestra gente esté 100 por ciento segura”, concluyó Karimi.