Aplaudimos al soberano en Marcha Verde, sus asambleas. Les aplaudimos por canalizar la marcha/concentración del 28 de enero próximo en el Palacio Nacional.
Es este el momento conveniente de recurrir a éste y otros métodos pacíficos de acciones a realizar al concluir un año de movilización ciudadana en todo el país, hecho que ha incrementado la sordera, la mudez y la ceguera del desgobierno actual.
La Marcha/Concentración del 28 de enero de 2018 representa la primera de las tres grandes metodologías que emanan de lo más profundo del pueblo dominicano: Marcha/concentración al Palacio Presidencial, Paro Nacional y Constituyente Popular.
El 28 de enero avanzaremos aún más y seguiremos avanzando hasta lograr los objetivos que nos aglutinan: Fin de la Impunidad y la Corrupción en nuestra preciada Nación.
El pretender hacer lo contrario debe ser entendido como un despropósito que permitirá la perpetuación de los(as) corruptos y corruptores dentro y fuera del PLDismo y de los integrantes de la cleptocracia tradicional que ha permitido y permite, con su proceder, el desamparo de las grandes mayorías nacionales.
Son estos tiempos de acción, tiempos de dejar a un lado la práctica del criticar sin hacer. Son tiempos de entregarlo todo por el bienestar común de los nuestros, son tiempos de unidad, tiempos del despertar del optimismo, sabiendo como sabemos que juntos lo podemos lograr, como ciudadanos(as) dignos que amamos nuestra tierra y creemos posible un mejor porvenir para todos(as). Son tiempos de dejar la desidia que nos ha convertido en cómplices del padecimiento al que hemos sido y estamos siendo sometidos los residentes de la República.
Son tiempos de asumir responsabilidades, con determinación y firmeza. Son tiempos de llevar la Verdad, vivir la Verdad y hacer para que reine la Verdad, desde el Palacio Nacional hasta el más remoto rincón de los hogares de la Nación. Son tiempos de hacer la revolución moral que requiere la degradación imperante y sus valores tergiversos. Son tiempos de actuar por y para nuestros seres queridos, sus descendientes y todo ser viviente en nuestro paraíso terrenal.
Son tiempos de que el agua pura y cristalina adecente la inmundicia en que hemos sido sumidos todo(as) por los mismos de ayer y de hoy, aquellos que sólo sirven para servirse a sí mismos.
Son los tiempos de instaurar la Democracia de la Ley, de aplicación horizontal, en nuestro preciado terruño, con la certeza que es éste el anhelo del soberano, el pueblo dominicano.
Sin prisa pero sin pausa….Llegaremos!!!.