“Lo que me molesta actualmente de Turquía es su obsesión con el Imperio Otomano”.
Son palabras el escritor turco Nedim Gürsel, autor de decenas de obras que han sido traducidas en varios idiomas.
Una de ellas es “La novela del conquistador”, que recuenta cómo Constantinopla cayó ante los turcos, un hecho histórico que el autor lamenta que en su país se celebre cada año “por todo lo alto”.
Pero mucho antes de la publicación de esta novela, en el año 1980, sus libros serían prohibidos en Turquía y un golpe de Estado encabezado por el general Kenan Evren, exjefe del Estado Mayor del Ejército turco, lo obligaría a abandonar su tierra natal y exiliarse en Francia.
Actualmente el escritor comparte su vida entre París y Estambul, y asegura que le entristece el rumbo que está tomando su país de origen.
“Turquía sigue un mal camino y se dirige cada vez más hacia el autoritarismo”, juzga Gürsel en una conversación telefónica que contesta desde Estambul, el centro económico y cultural de Turquía.
Es una ciudad que desde hace semanas ha estado llenando las primeras planas de los periódicos en todo el mundo, desde que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunciara el 10 de julio la reconversión de Santa Sofía -que desde hace décadas ha sido uno de los museos más icónicos de Estambul- en una mezquita.
La decisión fue celebrada por una mayoría musulmana en la nación euroasiática, pero condenada en el extranjero.
Lo que sigue es un resumen de la conversación que BBC Mundo mantuvo con Nedim Gürsel, en la que el escritor turco habla del futuro de su país, pero también de lo que hay detrás de esta controvertida decisión y por qué le preocupa.
¿Qué simboliza Santa Sofía para Turquía y para el resto del mundo?
Santa Sofía no es cualquier monumento. Como has dicho, es sobre todo un símbolo de la historia de la ciudad de Estambul.
Ya estaba allí cuando existía Bizancio. Luego, después de la conquista -desde hace más de cinco siglos- los turcos se apoderaron de esa ciudad y de Santa Sofía .
Fue transformada en mezquita en 1453 bajo las órdenes de Mehmed II, a quien llamamos el conquistador, de quien hablo bastante en mi libro “La novela del conquistador”.
GettyCreo que hay razones políticas. Muchos musulmanes en Turquía ven como algo positivo la reapertura de Santa Sofia como un lugar de culto”.Nedim Gürsel
Escritor turco.
Pero fue bajo toda esa continuidad que la Turquía republicana kemalista (desarrollada por el líder Mustafa Kemal Atatürk) convirtió el monumento en un museo.
Desde 1934 Santa Sofía es un museo. Evidentemente su reapertura al culto representa un problema para el secularismo y para lo que encarna Santa Sofía como símbolo para la humanidad.
¿Qué mensaje envía Erdogan cuando decide transformar un museo catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en una mezquita?
Hace apenas un año, el presidente Erdogan dijo en un discurso que había que dejar Santa Sofía tal y como estaba, porque había llamados a que fuera abierta al culto.
Dijo que más bien había que llenar la mezquita del Sultán Ahmed que está al frente, conocida también como la mezquita azul.
No sé qué pasó en su cabeza que ahora ha tomado esa decisión. Una decisión que niega el patrimonio cultural kemalista.
Creo que hay razones políticas. Muchos musulmanes en Turquía ven como algo positivo la reapertura de Santa Sofía como un lugar de culto.
¿Pero está enviándole un mensaje al resto del mundo?
A Erdogan le gusta desafiar a Europa y a Occidente cada vez que puede, haciendo referencias al islam y a ciertos valores conservadores, y olvidándose al mismo tiempo de los valores democráticos.
En esa línea, el gobierno considera que se trata de una cuestión de soberanía y que es ahora el momento de enfocarse en la soberanía nacional.
GettySanta Sofía pertenece a la humanidad y no solamente a Turquía, a pesar de estar en Estambul”.Nedim Gürsel
Escritor turco.
Pero para mí las cosas no son así. Santa Sofía pertenece a la humanidad y no solamente a Turquía, a pesar de estar en Estambul.
¿Cree que sea un acto de limpieza cultural, como algunos han reclamado?
No creo que se pueda decir eso, porque el presidente no está destruyendo nada.
Es más bien un acto de negación de un aspecto de la herencia kemalista.
Pero no creo que se pueda hablar de limpieza cultural porque Santa Sofía seguirá existiendo e incluso continuará recibiendo visitas turísticas en algún momento, según lo prometido por Erdogan, y además de manera gratuita.
Sin embargo, existe un problema de fondo con respecto al futuro del país y a valores como el secularismo.
Erdogan ha dicho varias veces que “si perdemos Estambul, perdemos Turquía” y su partido perdió Estambul en las elecciones municipales del año pasado. ¿Cree que con esta decisión él busca aumentar su popularidad?
Totalmente. Esa derrota electoral le afectó mucho. Con sus 16 millones de habitantes, Estambul es casi como otro país. No es solamente una ciudad o una metrópolis, es mucho más importante que eso.
El AKP (el partido político de Erdogan) también perdió en otras grandes ciudades, como Ankara, la capital del país.
Pero sí, creo que se trata de una maniobra política con fines electorales.
¿Qué más busca el gobierno turco con esta decisión?
Creo que el gobierno turco sigue una ideología de conquista que busca reivindicar, de manera equivocada, al presidente Erdogan.
Turquía es un país que todavía es candidato a la Unión Europea, pero que celebra por todo lo alto cada 29 de mayo la caída de Constantinopla. Eso es contradictorio.
Pero Erdogan se centra en una ideología de conquista y se aleja cada vez más de los valores democráticos. Él apoya la ideología de que debemos estar orgullosos de nuestro pasado.
Yo no comparto esa opinión. Soy parte de un grupo minoritario de gente que cree que hay que olvidarse de eso.
Getty¿Lleva a cabo Erdogan una política expansionista en Siria o en Libia? Sí. Pero no creo que su plan sea crear un imperio. No tiene sentido.Nedim Gürsel
Escritor turco.
Y que Turquía debe buscar tener un lugar en el seno de la Unión Europea adoptando valores democráticos.
¿Cree que Erdogan sueña con revivir Imperio Otomano?
Se puede soñar con el Imperio Otomano, pero hay que contar con los recursos para hacer ese sueño realidad.
Lo que me molesta actualmente de Turquía es su obsesión con el Imperio Otomano, es por eso que acabo de terminar una novela sobre el despotismo otomano.
Yo no estoy orgulloso de lo que mis ancestros otomanos hicieron, especialmente a nivel político.
¿Lleva a cabo Erdogan una política expansionista en Siria o en Libia? Sí. Pero no creo que su plan sea crear un imperio. No tiene sentido.
¿Cómo fue recibido el anuncio de la transformación de Santa Sofía en mezquita por el pueblo turco?
Yo estuve un poco decepcionado porque la gran mayoría de los turcos cantaron victoria, pensaron que estaba bien. Hubo mucho entusiasmo dentro de los sectores conservadores especialmente.
Pero lo que me decepcionó aun más fue la actitud de la oposición, que dijo que sí, que apoyaba la medida, pero lo hizo sobre todo para no perder votos.
¿Hacia dónde se dirige Turquía?
Turquía sigue un mal camino y se dirige cada vez más hacia el autoritarismo. Es preocupante para los demócratas y para valores como la libertad de expresión, el Estado de derecho, entre otros.
Turquía va por el camino equivocado y se aleja cada vez más de la democracia.
¿Debería preocuparnos por el futuro de Santa Sofía?
En Turquía hay cierta concientización de preservar el patrimonio cultural, algo que es muy positivo. Con los recursos que disponemos en este país, tratamos de conservar nuestro patrimonio cultural.
Por otro lado está evidentemente la rentabilidad y la especulación. Cosas que existen en otros países, pero aún más en Turquía.
Desafortunadamente, en Estambul se han destruido muchas construcciones y eso es porque para algunos la renta es más importante que la historia.
Hay barrios históricos en los que se han ido construyendo rascacielos y han sido completamente transformados.
La ciudad se ha visto afectada por eso, pero también es cierto que existe, particularmente en la opinión pública, la idea de que el patrimonio debe preservarse.