Según los informes, el propietario del club de fútbol inglés Chelsea, quien ya se ha recuperado, sufrió dolor en los ojos y descamación de la piel.
También se dijo que dos negociadores de paz ucranianos se vieron afectados.
El diario estadounidense The Wall Street Journal informó que el presunto envenenamiento fue orquestado por la línea dura en Rusia que quería sabotear las conversaciones de paz.
Fuentes citadas por el periódico aseguraron que las condiciones de Abramovich y de los negociadores ucranianos, incluyendo al parlamentario Rustem Umerov, habían mejorado desde el incidente del 3 de marzo.
Este lunes Umerov tuiteó que está “bien” e instó a la gente a no confiar en la “información no verificada”.
Y el martes, el propio Abramovich apareció en las nuevas negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania en Turquía.
Abramovich en las conversaciones
El incidente arroja luz sobre el supuesto papel de Abramovich como intermediario en las conversaciones entre Ucrania y Rusia. La naturaleza exacta de su posición no está clara, pero un portavoz del oligarca dijo anteriormente que su influencia es “limitada”.
El domingo, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo que Abramovich le había ofrecido ayuda para desescalar la invasión de Rusia al país.
El multimillonario ruso viajó de Moscú a Kiev para varias rondas de conversaciones a principios de mes. Según algunos reportes, Abramovich se reunió con el presidente Zelensky durante el viaje, pero el líder ucraniano no presentó síntomas y su portavoz dijo no tener información sobre el incidente.
El grupo de periodismo de investigación Bellingcat dijo que Abramovich y los negociadores sufrieron síntomas “consistentes con envenenamiento por sustancias químicas”.
Los síntomas incluían “inflamación de los ojos y la piel y dolor penetrante en los ojos”, informó Bellingcat.
Mientras tanto, la agencia de noticias Reuters citó a un funcionario estadounidense no identificado que dijo que los datos de inteligencia sugerían que la enfermedad de los hombres se había debido a factores “ambientales”, no al envenenamiento.
Abramovich fue sancionado por la Unión Europea y Reino Unido a principios de este mes por sus supuestos vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin, algo que él niega.
Sin embargo, según los informes, Zelensky le había pedido a Estados Unidos que se abstuviera de sancionar a Abramovich, argumentando que podría desempeñar un papel en la negociación de un acuerdo de paz con Moscú.
El Kremlin ha dicho que Abramovich desempeñó un papel inicial en las conversaciones de paz, pero el proceso ahora estaba en manos de los equipos de negociación de los dos países.
Las dos partes se reunen en Estambul este martes para sus primeras conversaciones de paz cara a cara en más de dos semanas.
Análisis de Frank Gardner, corresponsal de Seguridad de la BBC
En la noche del 3 de marzo, Roman Abramovich y los negociadores de paz ucranianos se reunieron en Kiev, justo en el corazón del territorio ucraniano. Lo que sucedió después es muy misterioso.
Más tarde esa noche, tres de ellos, según el sitio web de investigación Bellingcat, sufrieron síntomas de intoxicación por agentes nerviosos.
Tenían la piel inflamada, los ojos irritados y un fuerte dolor detrás de los ojos, síntomas que duraron toda la noche.
Ninguno de ellos había comido nada más, según Bellingcat, que chocolate y agua.
Los especialistas en sustancias químicas examinaron este caso y concluyeron que creen que fue intencional.
Pero no tenemos idea de quién lo hizo. No hay reivindicación de responsabilidad.
Inevitablemente, la gente se preguntará si esto fue obra del GRU, el servicio de inteligencia militar de Rusia. Gran Bretaña concluyó que el GRU había sido responsable por el envenenamiento por novichok en Salisbury en 2018.
En Rusia reina el silencio y no hay ningún tipo de evidencia para señalar a un culpable.
Al parecer, alguien quería enviar una advertencia a quienes participan en las conversaciones de paz. Esta no era una dosis letal, sino un aviso.
La sugerencia hecha por un funcionario estadounidense anónimo de que los factores ambientales tenían la culpa es extraña.
Nadie más se vio afectado por estas afecciones médicas muy graves que, según concluyeron los investigadores de Bellingcat, fueron el resultado del uso intencional de un agente químico.
Sería poco sorprendente que EE.UU. quisiera rechazar las sugerencias de que alguien, especialmente Rusia, haya usado un agente químico en Ucrania, ya que esto podría empujarlos a tener que tomar las represalias que han sido tan reacios en tomar.