Rusia no empleó sus sistemas de defensa antiaérea desplegados en Siria porque ninguno de los proyectiles entró en la zona controlada por Moscú, informó el Ministerio de Defensa ruso.
“Ninguno de los misiles lanzados por EEUU y sus aliados entró en la zona de responsabilidad de las unidades antimisiles rusas que protegen las instalaciones de Tartus y Hmeymim”, explicaron desde el organismo militar.
Al mismo tiempo, los sistemas rusos en Tartus y Hmeymim fueron puestos en alerta de combate y los aviones militares rusos sobrevolaron la zona.
“Hemos puesto en disponibilidad operativa las fuerzas de defensa antiaérea. Los cazas interceptores están de guardia en el aire”, declaró el jefe de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor General ruso, Serguéi Rudskói.
El militar precisó que las fuerzas de defensa antiaérea sirias “interceptaron 71 misiles de crucero”.
“Para repeler el ataque de misiles se han utilizado los sistemas sirios [de fabricación rusa] S-125, S-200, Buk, Kvadrat y Osa”, reveló Rudskói.
El presidente de EEUU, Donald Trump, ordenó atacar los objetivos en Siria como respuesta al ataque químico que supuestamente tuvo lugar el 8 de abril en la localidad de Duma. El 14 de abril, las fuerzas de EEUU, el Reino Unido y Francia perpetraron un ataque con misiles de crucero contra varias instalaciones sirias presuntamente dedicadas a la producción de armas químicas, entre ellas un centro de investigación, dos almacenes y un centro de mando.Las acciones militares no fueron acordadas con el Consejo de Seguridad de la ONU y además se realizaron antes de que concluyera la investigación de la OPAQ sobre el supuesto ataque químico en Duma. La Cancillería rusa condenó los ataques y declaró que el verdadero objetivo de las acciones de Washington, Londres y París era frustrar el trabajo de la OPAQ en Duma.
Estas declaraciones fueron hechas un día después de que el Ministerio de Defensa de Rusia mostrara los testimonios de personas que aparecen en la grabación del supuesto ataque químico en la localidad siria de Duma, que revelaron que el vídeo —divulgado por los medios ‘mainstream’ y la ONG Cascos Blancos— es un montaje.