Antes del brote de coronavirus que se ha cobrado más de 3.000 vidas en China, el gigante asiático manejó secretamente otra epidemia, la peste porcina africana (PPA), que ya ha matado a millones de cerdos en todo el mundo, según afirma Reuters.
Según el medio, debido a que China subestimó el nivel de gravedad del brote se obstaculizó la respuesta oportuna del país a la propagación del virus por su territorio. El primer caso de la enfermedad fue registrado en agosto de 2018 en la provincia de Liaoning. Solo dos semanas después, el virus se encontró a más de 1.000 kilómetros al sur en cerdos comprados por el principal procesador de cerdo del país, WH Group, en otra provincia del noreste, Heilongjiang. Los veterinarios advirtieron con frecuencia a las autoridades chinas de los riesgos desde que la enfermedad comenzara a propagarse por la región del Cáucaso en 2007.
La peste porcina africana es una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa ocasionada por un virus que afecta a cerdos domésticos y silvestres. Los cerdos infectados por el virus inicialmente sufren fiebre alta, pérdida de apetito y diarrea. Luego, su piel se vuelve roja y comienza la hemorragia interna y sus órganos se hinchan, lo que causa la muerte en tan solo una semana. La peste porcina no representa una amenaza directa para los seres humanos.
Propagación del virus
A pesar de las medidas adoptadas para controlar la epidemia, la contagiosa enfermedad viral se propagó y ocho meses más tarde alcanzó un nivel nacional y traspasó las fronteras hasta Mongolia, Vietnam y Camboya, sacudiendo los mercados a nivel mundial, afirman veterinarios.
Además, en general los consumidores chinos prefieren la carne de cerdo fresca en lugar de refrigerada lo que significa que cientos de miles de cerdos vivos son transportados largas distancias cada día. Ese movimiento masivo también extendió la propagación de enfermedad.
Sin embargo, Reuters notó una ausencia de informes sobre los casos en algunas de las regiones más productivas en esta industria como las provincias de Hebei, Shandong y Henan. Estas provincias reportaron solo un caso cada una, a pesar de que estas zonas fueron la fuente de alrededor del 20% de los 700 millones de cerdos sacrificados por China en 2017. El Departamento de Agricultura de la provincia de Hebei comentó que la situación con la enfermedad fue estable y estuvo bajo control. Sin embargo, seis agricultores de Henan dijeron a Reuters que reportaron brotes entre finales de 2018 y la primera mitad de 2019 pero las autoridades solo les ayudaron hacerse cargo de los cerdos muertos pero no les hicieron exámenes del virus.
Datos contradictorios y casos no declarados
El Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de China dijo en un comunicado a Reuters que ha subrayado repetidamente a todas las regiones la importancia de un informe oportuno y preciso de los brotes de peste porcina africana y recalcó que tenía tolerancia cero hacia la ocultación y retraso de la notificación sobre los casos. Sin embargo, las entrevistas de Reuters con criadores de cerdos y analistas de la industria indican datos contradictorios.
Una cuarta parte de la población mundial de cerdos podría morir
Más de una docena de granjeros han comentado que sus informes a las autoridades locales sobre brotes no llegaron a la estadística oficial de Pekín. Según Reuters, esto se debe en parte a la escasez de fondos en las provincias para seguir una exigencia de Pekín para compensar a los agricultores por los cerdos matados para controlar la enfermedad. Asimismo, oficiales locales también han evitado notificar sobre brotes por temor a las consecuencias políticas y se negaron a analizar cerdos para detectar el virus cuando se notifican muertes masivas, según una entrevistas con granjeros y productores.
En abril de 2019, el Ministerio Nacional de Agricultura dijo que el Gobierno había asignado 630 millones de yuanes (más de 90 millones de dólares) para sacrificar más de un millón de cerdos para contener la enfermedad. Pero ese dinero no era suficiente o no se les pagó con regularidad a los propietarios de animales, dijeron los agricultores a Reuters.
Por su parte, el conglomerado tailandés CP Pokphand, uno de los principales productores de cerdos de China, confirmó que tenía algunos brotes de peste porcina africana en granjas en las provincias de Liaoning, Shandong, Henan y Jiangsu, según afirmó el director ejecutivo de operaciones en China, Bai Shanlin, a Reuters. Los ejecutivos de otras tres empresas preguntadas por Reuters reconocieron brotes en varias granjas, pero se negaron a ser identificados. Ninguno de estos brotes fue reportado en los datos oficiales de Pekín, subraya el medio.
Reuters ha hablado con un criador llamado Zhao que perdió todos sus cerdos (196 animales), excepto dos ejemplares, en octubre pasado debido a la peste porcina africana que afectó su granja, en la provincia de Henan. Cuando Zhao trató de informar del brote a la autoridad veterinaria del condado, los funcionarios le persuadieron para guardar silencio. Un funcionario local le recordó el mandato nacional de sacrificar todos los cerdos dentro de los tres kilómetros de una granja infectada. Eso podría significar un desastre para sus vecinos criadores si Zhao informaba sobre el virus. “Si se encuentra que es peste porcina africana, las personas cercanas tendrán que dejar de criar cerdos”, destacó el hombre, explicando la causa por la que decidió no informar sobre la situación.