El ministro de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, ha declarado este lunes durante una entrevista con la radio LBC que China tiene que responder preguntas sobre la información que compartió sobre el brote de coronavirus, recoge Reuters.
“Creo que sí”, respondió Wallace a la pregunta de si el gigante asiático tiene preguntas que responder sobre cuán rápido hizo que el mundo tomara conciencia de la magnitud de la crisis generada por el nuevo virus.
Pompeo considera “enorme” la evidencia de que el coronavirus se originó en un laboratorio de Wuhan
“El momento ‘post mortem’ [del coronavirus] será después de que todos lo tengamos bajo control y lo hayamos superado y nuestras economías hayan vuelto a la normalidad”, agregó el alto cargo.
Wallace asimismo señaló que China “necesita ser abierta y transparente” en lo referente tanto a sus “deficiencias” como a sus “éxitos” en la lucha contra el covid-19.
Las declaraciones del ministro de Defensa británico se producen un día después de que el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, asegurara que existe una “evidencia enorme” de que el coronavirus se originó en un laboratorio chino en Wuhan.
“China tiene un historial de infectar al mundo, y tiene un historial de gestión de laboratorios de calidad inferior”, destacó Pompeo. “Estas no son las primeras veces que el mundo ha quedado expuesto a un virus como resultado de fallos en un laboratorio chino”, añadió el secretario de Estado.
“El enemigo es el virus, no China”
Por su parte, el Instituto de Virología de Wuhan niega rotundamente ser el origen del covid-19, subrayando que “no hay forma” de que provenga de su laboratorio. Los científicos chinos, así como la mayoría de los expertos de otros países, sostienen que el virus se transmitió a los humanos a partir de un reservorio animal, como ocurrió con la neumonía atípica por el coronavirus SARS-CoV, que se originó en las civetas.
Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático, hizo hincapié el pasado jueves en que China fue víctima del nuevo coronavirus y no su cómplice, agregando que los intentos de “ciertos políticos” de culpar a Pekín de su mal manejo del brote únicamente exponen “los propios problemas de EE.UU.”. “El enemigo es el virus, no China”, concluyó el funcionario.