En 2019, el crucero nuclear Pedro el Grande volverá a los astilleros, donde pasará por un amplio proceso de modernización y recibirá armas más modernas.
“Pedro el Grande es el principal candidato entre una lista de barcos que recibirán los Tsirkón, los primeros misiles hipersónicos del mundo. Esta arma, capaz de superar todos los sistemas de defensa antimisilísticos existentes y los del futuro, lo hará invulnerable y lo convertirá en el monstruo marino más formidable en distancias de hasta 2.500 km, el rango de alcance de sus misiles”, explicó Dmitri Safónov, antiguo analista militar del diario Izvestia.
La capacidad de desplazamiento de esta nave es de 25.600 toneladas. Mide 250 metros de largo y 28,5 metros de ancho. Para operar este gigante marino se necesitan alrededor de 760 personas.
“El buque tiene una amplia variedad de sistemas armamentísticos. Cuenta con 20 instalaciones de lanzamiento de misiles antibuque Granit, sistemas de defensa antimisiles S-300 y sistemas de misiles antiaéreos Kinzhal y Kórtik”, añadió el experto.
Según Safónov, los barcos del proyecto 1144 Orlán son los únicos gigantes de la Armada rusa equipados con instalaciones de energía nuclear, con una capacidad que supera los 100 megavatios.
También señaló que actualmente se están construyendo nuevos rompehielos que surcarán las rutas del Ártico y del Mar del Norte. En términos de capacidad, serán más potentes que Pedro el Grande.
“El estadounidense”
Cuando Pedro el Grande sea modernizado y cuente con todo su potencial, seguirá siendo más débil que su equivalente estadounidense.
“Actualmente la Armada de EE.UU. está equipada con cruceros misilísticos como el Ticonderoga, que, tal y como les gusta decir a los marinos, no tiene sitio ni para que se caiga una manzana, ya que está lleno de armas”, señaló el analista militar de TASS, Víktor Litovkin.
En total, la Armada de EE.UU. cuenta hoy con 22 barcos de este tipo. Su capacidad de desplazamiento es dos veces y media inferior (9.800 toneladas) que la de Pedro el Grande. Cada uno es capaz de llevar 122 misiles de las clases SM-2, SM-3 y SM-6, así como misiles Tomahawk, que son el equivalente al ruso Kalibr.
“Además, los barcos estadounidenses cuentan con ocho instalaciones de lanzamiento de misiles antibuque y una serie completa de cañones de gran calibre, así como instalaciones para atacar objetivos que vuelen bajo. De modo que no es el tamaño lo que importa, sino la posesión de sistemas de alta tecnología a bordo”, añadió Litovkin.
Según explicó, la principal ventaja de este buque sobre Pedro el Grande es que cuenta con una variedad de armas más amplia y con misiles de crucero, que el buque ruso solo obtendrá en 2019, tras el proceso de modernización. “Los estadounidenses también planean implementar un programa de modernización y proveer a sus barcos misilísticos con armas más modernas. Sin embargo, el presidente y el Congreso [de EE.UU.] tienen que decidir todavía si los 300.000 millones de dólares con los que se supone que cuentan, se detinarán a la modernización de la Armada o a la construcción de nuevos barcos”, manifestó Litovkin.
Según sus palabras, mientras los estadounidenses toman una decisión, Rusia tiene la oportunidad de construir el buque más potente del mundo, uno con misiles hipersónicos y de crucero a bordo.
“El británico”
Cuando el modernizado Pedro el Grande reciba los misiles hipersónicos Tsirkón, incluso un gigante marino como el británico Daring no podrá contrarrestarlo, según Litovkin.
El Daring está considerado como el buque más avanzado de la Armada británica, solo por detrás de los portaviones.
Al contrario que Pedro el Grande y que los Ticonderoga estadounidenses, el equipamiento básico del Daring Tipo 45 carace de recursos de ataque y antibuque, ya que su objetivo principal es defensivo y consiste en proteger a otros barcos de los ataques aéreos. Sin embargo, los expertos creen que sería posible dotarlo con misiles Tomahawk si se somete a cambios durante varios meses en los astilleros del Reino Unido.
“Hay otros buques de la OTAN con funciones de ataque. Al mismo tiempo, el Daring es uno de los barcos más recientes, construido a principios del siglo XXI. Gracias a los sistemas informáticos y a los sistemas de radar que tiene a bordo, a nivel tecnológico está incluso por delante de los barcos de EE.UU.”, cree Safónov.
Este experto precisa que esa nave cuenta con un sistema de defensa aérea que puede seguir simultáneamente hasta 1.000 objetivos a una distancia de 400 kilómetro, y también disparar de manera simultánea contra 16 de ellos.
“El Daring cuenta con 48 misiles a bordo, con una distancia de ataque de 120 kilómetros. Gracias a ello y al diseño del buque, se trata de un recurso perfecto para proteger los portaviones frente a buques de ataque y submarinos, y es irremplazable en labores de reconocimiento e intercepción”, resume Safónov.
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Elaborado por Nikolái Litovkin para Russia Beyond The Headlines.
