Rafael Núñez, encargado de Comunicación de la campaña de Leonel Fernández, expresidente de la República y aspirante a la candidatura presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para las elecciones de 2020, le contestó a José Ramón Peralta, ministro Administrativo de la Presidencia, quien sugirió a los funcionarios que están en contra de la reelección del mandatario guardar silencio hasta que el presidente hable.
Con una expresión cargada de ironía, el dirigente respondió al tuit de Peralta, funcionario que pidió a sus homólogos contrarios a que se modifique la Constitución para habilitar al presidente Danilo Medina, que se expresen luego que el mandatario fije su posición sobre el tema.
“Qué bonito: él que está de acuerdo con la reforma puede hablar y actuar en ese sentido, quien no está de acuerdo tiene que callarse. Bastante democrático!”, fue el post que puso Núñez en su cuenta de Twitter (@RafaelNuñezR), retitueando el mensaje de Peralta.
“Es algo que respetamos (los pronunciamientos), es su derecho a decir lo que sienten y piensan. Solo diré que desde mi punto de vista seria más prudente esperar a que el Presidente se expresara, cosa q no ha sucedido”, fue el tuit de Peralta que provocó la reacción de Núñez.
Peralta hizo este mismo domingo el planteamiento, luego que los ministros de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana, y el de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, dieran a conocer su desacuerdo con una eventual repostulación del mandatario Medina.
La situación mantiene en constante crisis al oficialista Partido de la Liberación Dominicana, el cual prácticamente se ha dividido en dos: los danilistas, que quieren que Medina opte por otro período, y los leonelistas, que se oponen a que se modifique la Constitución e impulsan que el expresidente vuelva al poder.
El año pasado, durante una entrevista, el presidente Medina prometió que se iba a referir al pedido de que opte por una repostulación en marzo de 2019, pero en diciembre cambió de opinión y dijo que su posición la fijaría más o menos a mediado de año, lo que mantiene sobre ascuas a varios sectores, no solo políticos, sino también de la sociedad, pues, algunos, entienden que una reforma constitucional no sea conveniente para la democracia ni la institucionalidad. Otros, en cambio, están totalmente de acuerdo con que se produzca y la reclaman.