VIENA, Austria. La producción y el mercado mundial de opio y cocaína, en gran medida procedentes de Colombia y Afganistán, se encuentran en máximos históricos, los estupefacientes sintéticos se expanden y los fallecimientospor consumo de drogas aumentan, alertó Naciones Unidas en su Informe Mundial sobre Drogas.
“Si tuviera que describir el informe de este año, lo haría como el de los récords: tenemos una producción en máximos de opio y cocaína”, explicó en Viena Angela Me, coordinadora del informe y jefa de estadísticas de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd).
“Las drogas tradicionales, como la heroína y cocaína, han vuelto. Pero además hubo intervenciones récords de sustancias sintéticas”, recordó Me. Explicó que para calcular la producción de drogas sintéticas no se utilizan los mismos métodos que con las derivadas de plantas, como la cocaína, y que la intervención de precursores químicos o alijos son un indicio del tamaño de ese mercado.
“El hecho de que veamos de nuevo incautaciones récords es un indicio de que también el mercado de sustancias sintéticas está expandiéndose”, resumió.
La producción mundial de cocaína en 2016 alcanzó el nivel más alto jamás registrado, con unas mil 410 toneladas, pero los precios de esta droga no bajaron por un aumento del consumo en sus mercados principales: Estados Unidos y Europa.
Además, la ONU se mostró especialmente preocupada por la expansión del consumo de cocaína en Asia, un mercado enorme donde esa droga se vende a un precio mayor que en EU.
Entre 2016 y 2017, la producción mundial de opio aumentó un 65% hasta las 10 mil 500 toneladas, el registro más alto desde que la ONU comenzó a calcular la producción mundial de opio a comienzos de este siglo. El 90% de esa cantidad procede de Afganistán.
Que el opio y sus derivados, como la heroína, hayan inundado los mercados ha provocado una aguda caída de los precios de esas drogas, y las más letales son, precisamente, las derivadas del opio, entre ellas la heroína o la morfina, así como sus sucedáneos sintéticos, como el fentanilo, y que en total causan tres cuartas partes de los fallecimientos.