Perú ha declarado la guerra a la minería ilegal que está devastando amplias zonas de la región amazónica de Madre de Dios. Las autoridades han abierto la primera de las cuatro bases militares que quieren crear en La Pampa, la zona más dañada por el fenómeno. Donde antes había bosques tropicales, ahora solo queda una meseta sin vegetación debido a la deforestación y a la acción del mercurio usado en la extracción del oro.
Tres ministros, entre ellos el de Defensa, han acudido a la inauguración de la base, en la que estarán asentados 100 militares y 50 polícias.