Nintendo ha anunciado su nueva consola portátil, Nintendo Switch Lite, un nuevo modelo más pequeño, ligero y compacto que sirve así como reemplazo natural para la veterana familia 3DS —que tuvo seis diseños— y abre las puertas a aquellos jugadores que veían la barrera de los 300 euros demasiado elevada.
“Ahora los consumidores pueden elegir entre el sistema que más convenga a su gusto para jugar sus títulos favoritos de Nintendo Switch”, argumentaba Doug Bowser, presidente de Nintendo América, con motivo del anuncio. Y así es. Habían sido muchos los rumores alrededor de una posible versión de precio reducido desde comienzos de año, pero no se terminaba de materializar. De hecho, no se anunció en la feria E3 2019, el evento más importante de la temporada para el sector del ocio electrónico, este pasado mes de junio.
Ha sido en pleno verano, como ya sucedió en el pasado, cuando han revelado sus cartas para la próxima temporada. Un modelo de bajo coste que llegará en plena vuelta al cole, 20 de septiembre, en tres colores: turquesa, amarillo y gris. Pero vayamos a lo importante, ¿en qué se diferencia Nintendo Switch Lite del modelo original?
Ligereza, portabilidad y precio reducido
Nintendo comenzó su comunicado de forma algo sorprendente: en vez de sacar a relucir las virtudes de su nuevo producto, que suele ser lo normal cuando se presenta un nuevo miembro de una familia de consolas, la compañía liderada por Shuntaro Furukawa prefirió evitar cualquier tipo de sospecha sobre la obsolescencia de su actual modelo híbrido, Nintendo Switch, que cuenta con la capacidad de ser utilizada tanto en televisor como de forma portátil. Por el contrario, indicaron qué no hace respecto a su hermana mayor.
Nintendo Switch Lite es solo consola portátil. Sus mandos, los llamados Joy-Con, no son desacoplables sino que forman parte del chasis; además, se pierde la función de vibración HD y la conexión por infrarrojos. Por último, no se puede conectar a un televisor vía HDMI, recortes que terminan permitiendo la reducción de coste del producto y, por ende, el precio de venta al público, que será de 219 euros en el mercado europeo.