Nicolás Maduro desafía a Occidente aferrado a China y Rusia y busca el apoyo de México

El presidente venezolano inicia un segundo mandato rechazado por las principales instancias internacionales. Seis años más. Nicolás Maduro asumió formalmente este jueves el cargo de presidente de Venezuela hasta 2025. La toma de posesión ante el Tribunal Supremo se convirtió en un mensaje al mundo para tratar de rebatir el amplísimo rechazo internacional a su gestión. El mandatario defendió la legitimidad de su segundo mandato en un país postrado por una catástrofe económica y la deriva del chavismo. Lo hizo desafiando a Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de los Gobiernos de la región, que no reconocen la validez de las últimas elecciones presidenciales, y aferrándose al apoyo de China, Rusia, Turquía, en busca del de México.

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“El mundo es más grande que el imperio estadounidense y sus satélites. Aquí está presente ese mundo”, afirmó Maduro al dirigirse a las cerca de 50 delegaciones internacionales que viajaron a Caracas para asistir al acto. Le escuchaban, entre otros, el vicepresidente de Turquía, Fuat Oktay; el ministro chino de Agricultura, Han Changfu y el vicepresidente de la Cámara alta rusa, Ilyas Umakhanov. Al respaldo político y comercial de esos países se suma la cercanía ideológica de cuatro mandatarios latinoamericanos que ayer aplaudieron su discurso: el boliviano Evo Morales, el cubano Miguel Díaz-Canel, el salvadoreño Salvador Sánchez Cerén y Daniel Ortega, responsable de la deriva autoritaria de Nicaragua.