Quisqueya clama al tercer cielo por un juez, un solo juez. Un juez dispuesto a marcar diferencias en un antes y un después de su paso por la judicatura nacional. Un juez de principios que trascienda su propia existencia terrenal.
Necesitamos un juez que no se conforme con enarbolar tecnicismos en sus dictámenes a fin de complacer al putrefacto desgobierno de turno, y con ello librarles y librarse de su culpa. Sí, uno, un solo juez, que establezca jurisprudencia ante la impunidad con la que descaradamente se ríen los corruptos y corruptores de todo un pueblo.
Necesitamos un juez, un juez que se revista de los nobles valores y principios que dieron origen a nuestra nacionalidad. Un juez capaz de sentar en el banquillo y condenar, de ser menester, al mismo presidente de la República. Un juez capaz de emitir sentencias ejemplares a aquellos que por tanto tiempo han vivido por encima de la ley. Un juez lleno de empatía ante el dolor y el sufrimiento de todo un pueblo.
Un juez como lo fue Baltazar Garzón, que inicialmente hizo lo nunca visto desde un juzgado en España. Un juez como Gómez de Liaño, quien sigue el ejemplo de Garzón y continúa impartiendo justicia en el mismo país. Un juez, solo un juez como Pablo Rafael Ruz, quien motivado por el bien hacer inicial de sus antecesores prosigue haciendo lo que debe allí y lo que nuestra amada nación requiere aquí.
Un juez, damas y caballeros solo un juez como Sergio Moro, quien destapó todo el tinglado de Odebrecht en Brasil. Con solo un juez podríamos acabar con la impunidad de la que hoy disfrutan algunos. En fín, un juez que haga historia en la República Dominicana. Un juez, un solo juez!.
Uno a uno, poco a poco, todos juntos hagamos los cambios que deseamos en Quisqueya. Basta ya, ya basta!!!.
Por
Victor Garrido Perlta