Las personas con diabetes tipo 1 deben revisar su glucosa en la sangre varias veces al día e inyectarse insulina para mantener sus niveles de azúcar en la sangre dentro de un rango saludable. Una alternativa mejor, buscada desde hace tiempo por los investigadores de la diabetes, sería la insulina que está diseñada para permanecer en el torrente sanguíneo, convirtiéndose en activa sólo cuando sea necesario, como justo después de una comida.
Un obstáculo para desarrollar este tipo de “insulina sensible a la glucosa” es que es difícil saber cómo se comportarán estos fármacos sin probarlos en animales. Su nuevo modelo puede predecir cómo la insulina sensible a la glucosa (GRI) afectará el azúcar en la sangre de los pacientes, basado en rasgos químicos tales como la rapidez con que el GRI se activa en la presencia de glucosa. “El concepto de GRI ha sido una meta de largo plazo del campo de la diabetes”, dice Michael Strano, el Carbono P. Dubbs Profesor de Ingeniería Química en el MIT. “Si se hace correctamente, se podría hacer para que los diabéticos podrían tomar una dosis ocasional y nunca tienen que preocuparse por su azúcar en la sangre.”
El nuevo modelo permitió a los investigadores identificar varios candidatos fuertes de GRI, que ahora planean probar en animales. Strano es el autor principal de dos artículos recientes sobre GRI, que aparecen en las revistas Nature Chemistry y Advanced Healthcare Materials. El primer autor de ambos documentos es el estudiante de posgrado del MIT, Naveed Bakh. “Un diseño racional” En los últimos años, los científicos han experimentado con varios tipos de GRI. En el reciente artículo de Nature Chemistry, Strano y sus colegas describieron algunos de los progresos que se han hecho y expusieron una serie de enfoques sintéticos específicos que podrían ayudar a que los GRIs fueran una realidad práctica. Estos incluyen el uso de modelos matemáticos del cuerpo humano para predecir cómo GRIs se comportan en los pacientes, lo que facilita el diseño y prueba de dichos medicamentos. En el documento de Advanced Healthcare Materials, el equipo del MIT utilizó ese tipo de modelado para analizar la insulina modificada para interactuar con la glucosa. La insulina tiene moléculas llamadas PBA unidas a ella, y estas moléculas de PBA pueden unirse a la glucosa, que luego activa la insulina.
Otros enfoques de GRI que los científicos han intentado implican la insulina incrustada en hidrogeles que liberan el fármaco cuando se encuentran con glucosa, y las partículas portadoras de insulina de polímeros que se degradan cuando se unen a la glucosa. En todos estos casos, es importante saber con qué intensidad la glucosa interactuará con el GRI y con qué rapidez la insulina comenzará a actuar.