Marlon Martínez, principal acusado de la desaparición y posterior asesinato de la menor embarazada Emely Peguero, dijo que al percatarse de la muerte de la joven la echó en un saco y tiró su cuerpo debajo de un puente.
Las declaraciones de Marlon están contenidas en el único interrogatorio que han podido practicarle las autoridades y al que elCaribe y CDN tuvieron acceso.
Martínez narró a las autoridades que, el día de la muerte de Emely Peguero, él la llevó a su apartamento en San Francisco de Macorís, provincia Duarte, donde residía con su madre, y que en momentos en que estaban sentados en la cama, conversando sobre el futuro de su bebé, ella comenzó a quejarse de dolor en la barriga y luego a sangrar.
“Comenzó a sudar sin razón porque el aire estaba prendido, luego me pidió que le buscara agua en la cocina, fui a buscarla y se la di, luego comenzó a sentir dolor debajo de la barriga y cuando me doy cuenta comenzó a sangrar por la vagina y lo primero que se me ocurrió fue llevarla al baño”, explicó a los fiscales.
Indicó que minutos después se percató de que ya no estaba viva. “Se me ocurrió llevarla al baño, luego la removí de ahí y la llevé a la cama, fui a la cocina, cuando regresé le pregunté cómo se sentía pero no me respondía”, relató.
Al percatarse de que estaba muerta, Marlon dijo que lo único que se le ocurrió fue entrar el cuerpo en un saco que se encontraba en la cocina de su casa, para proceder a botarlo. “Lo primero que me llegó a la mente fue buscar un saco que se encontraba en la cocina del apartamento y la entré ahí dentro, la bajé arrastrada por los escalones y la entré en el baúl del carro y me monté a manejar, salí de ahí, luego entré en la calle Colón, pasé por el cementerio y encontré un puente y la lancé ahí”, expresó a los investigadores.
Agregó que luego de esto, regresó a su casa y entró a su habitación, pero no pudo analizar todo lo que estaba pasando en ese momento.
“Los familiares de Emely comenzaron a preguntarme dónde estaba ella, les dije que no sabía y todos nosotros comenzamos a buscarla, hasta que cayó la noche”, dijo.
También admitió que Emely sufrió un golpe en la cabeza, cuando él la trasladó al baño y que previo a esto la jovencita estaba llorando por un dolor que tenía en la vagina y en la barriga y que perdió el conocimiento en el apartamento.
El imputado reiteró que inició su relación con Emely cuando él tenía 16 años y ella sólo 13 y que su mamá se enteró del embarazo de la menor un mes antes de su muerte y que no estaba muy contenta por eso. “En parte no estaba muy contenta, porque yo tendría un hijo antes de los estudios, pero quería yo y toda la familia tomar la responsabilidad”, resaltó.
Martínez dijo que no sabe dónde quedó el celular de Emely, del cual se envió un mensaje después de su muerte y que no recuerda si regresó al apartamento después de llevar el cuerpo al puente.
Al concluir el interrogatorio, las autoridades le preguntaron a Marlon si tenía algo más que agregar, a lo que respondió que la camioneta donde trasladaron el cadáver de Emely desde el lugar donde tiró el cuerpo es propiedad de Simón Bolívar Ureña, alias El Boli, y que la finca donde fue escondido el cadáver es de un hermano de él, recalcando que El Boli estaba enterado de todo lo sucedido.
Además, se habla en el interrogatorio de la doméstica de la mamá de Marlon, de una señora que llaman Libertad que iba a limpiar la casa a veces y de otra que se llama Sujey.
Martínez, aunque inicialmente se negaba a hablar con las autoridades de lo sucedido, pidió ser interrogado el pasado 9 de marzo, ocho meses después de la violenta muerte de Emely Peguero. Habría solicitado además a los fiscales que rastrearan su celular y sus cuentas de redes sociales, petición que aún tiene que ser decida por un juez.