Un grupo de funcionarios de Venezuela, pertenecientes al Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) ha detenido este martes en Caracas al exministro de Interior Miguel Rodríguez Torres, que ahora es crítico con el Gobierno de Nicolás Maduro aunque en su día formó parte de él.

Efe presenció el momento en el que unos ocho funcionarios fuertemente armados le arrestaron cuando salía de un evento antigubernamental de la organización política que coordina, Movimiento Amplio Desafío de Todos, que se desarrolló en el Hotel President, ubicado en el centro de la ciudad.

Aunque un dirigente de su organización ha denunciado que los agentes “se negaron a mostrar la orden de captura cuando le fue solicitada”, Rodríguez decidió acompañarlos “voluntariamente” y fue trasladado a la sede del Sebin en Plaza Venezuela, sin que hasta el momento se conozcan las razones de la medida.

 

“Los agentes se negaron a mostrar la orden de captura cuando le fue solicitada”.Dirigente de la organización de Rodríguez

“A esta hora no sabemos ni siquiera dónde exactamente lo tienen”, ha lamentado su dirigente, al tiempo que se pregunta “si esto le está pasando a un líder nacional de nuestro movimiento, qué queda para nuestros dirigentes chavistas que son críticos de un gobierno dictatorial como el de Nicolás Maduro”.

El Gobierno venezolano ha justificado la detención por estar Rodríguez “incurso” en “conjuras y complots” contra la “unidad monolítica” de las Fuerzas Armadas y planificar “actos armados y conspiraciones” contra la Constitución.

 El documento señala el “desempeño” de los organismos de inteligencia a la hora de desactivar “todos los planes agresivos y violentos del orden democrático en los que este señor está involucrado”. El Gobierno insta a la Justicia a que “actúe con todo el peso de la ley” frente a “la traición y el crimen”.

Dirigió durante seis años la policía política que ahora lo ha detenido

Durante el mandato del fallecido Hugo Chávez (1999-2013), Rodríguez se desempeñó como jefe del servicio de Inteligencia. Fue visto durante años como el cerebro de la represión opositora y la mano que movía la policía política venezolana.

Militar retirado de 54 años, fue distinguido con honores en la Academia del Ejército y miembro de la Guardia de Honor Presidencial en su juventud. Pero fue su participación en el fallido golpe de Estado de Chávez el que lo convirtió en uno de los hombres de confianza del líder de la “revolución bolivariana”.

Como jefe de Inteligencia, fue visto como el cerebro de la represión opositora.

Rodríguez Torres escaló en el poder cuando Chávez le encomendó la reingeniería de la Dirección Nacional de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP) que mutó en los Servicios Bolivarianos de Inteligencia (Sebin), dirigidos por él durante seis años.

A esta organización, que depende de la Vicepresidencia, se le atribuye la supuesta persecución y encarcelamiento de varios dirigentes y manifestantes opositores que lideraron una ola de protestas registradas en 2014 que dejó 43 fallecidos. También dirigió la detención del opositor Leopoldo López.

No se sabe por qué dejó el Gobierno (pero hay teorías)

Rodríguez abandonó por sorpresa el Gobierno de Maduro después de que el jefe de Estado informase a finales de 2015 que el militar retirado se tomaría un descanso de un par de semanas y luego asumiría nuevas funciones en el Gabinete, que nunca fueron anunciadas.

En una entrevista con Efe, la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, dijo que la salida del ministro se debió a que Maduro fue informado de un plan para sacarle del poder liderado por Rodríguez, que “no soportó nunca” que Chávez eligiera a Maduro y no a él como su heredero político y sucesor.

Coincidió también con un procedimiento de los cuerpos de seguridad registrado a finales de 2015, un allanamiento en el que resultaron muertas cinco personas, entre ellas el líder chavista José Odreman, que días antes responsabilizó a Rodríguez, entonces ministro de Interior, de su seguridad.

Inhabilitado durante 12 meses para que no se presente en mayo

Después de dar la espalda a Maduro, Rodríguez Torres reapareció en la escena política venezolana con una escalada de críticas que acabó convirtiéndolo, junto a la exfiscal Luisa Ortega, en uno de los principales disidentes del gobierno chavista y líder de su propia organización de “chavistas críticos”.

Rodríguez Torres anunció en febrero que la Contraloría General de su país le impuso una inhabilitación política durante 12 meses, lo que le impedirá competir en las presidenciales del 20 de mayo.

Indicó entonces que, según el documento de su inhabilitación, se indica que supuestamente no presentó su declaración jurada a la Contraloría, lo que calificó como “un error intencional y político” de esta institución y un “falso positivo” lanzado por el Gobierno para sacarlo del juego político.

Se le atribuye la supuesta persecución y encarcelamiento de varios manifestantes opositores en las protestas de 2014 y la detención de Leopoldo López.

Rodríguez Torres recordó en ese momento que en enero pasado lanzó una propuesta para demostrar lo “fácil” que es vencer a Maduro en los venideros comicios y cree que su inhabilitación muestra el “temor” del Ejecutivo a esta propuesta.

“Algún temor le tienen ellos a la gran migración de chavistas que están buscando nuevas alternativas políticas porque están hartos de la mentira y la manipulación del presidente Maduro, y este movimiento sin duda es una de esas alternativas que está recibiendo miles y miles de personas”, señaló.